El día viernes 27 comenzó la audiencia pública por el proyecto presentado por el oficialismo para la venta y construcción de torres en los predios de Costa Salguero y Punta Carrasco. Más de 7.000 personas se inscribieron a la audiencia para rechazar el proyecto, lo cual tiene como consecuencia que la audiencia pública se extenderá hasta el 27 de enero.

Este enorme pronunciamiento en defensa de la Costanera constituye un revés para el gobierno de Larreta porque impide que el proyecto se apruebe antes de fin de año. El año que viene hay elecciones en la Ciudad y el rechazo popular puede tener un impacto en ellas, sobre todo para los bloques de Lousteau y Carrió.

Por su parte, la justicia mantiene el freno a la venta de Costa Salguero. Recientemente rechazó un recurso de inconstitucionalidad pedido por Larreta. Considera que no se trata de tierras de dominio privado del Estado, sino de dominio público, un parque público que no puede ser vendido ni concesionado.

El amplio rechazo que ha provocado el proyecto conjuga varios problemas. Por un lado, una cuestión democrática elemental contra la privatización definitiva del acceso al río. Por otro, el enorme impacto ambiental de la cementación de 34 hectáreas y la construcción de torres que acentuarán el efecto de isla de calor, en momentos en que el cambio climático está mostrando su potencial catastrófico. En tercer lugar, se trata de otro megaproyecto para los especuladores inmobiliarios, que colocará el metro cuadrado a más de 9.000 dólares y que tiene como consecuencia la valorización artificial, especulativa de la vivienda e impide el acceso de los trabajadores a la misma, acentuando la crisis habitacional.

La conclusión es que la venta de Costa Salguero puede ser derrotada desarrollando la movilización. El jueves 10 de diciembre en la Legislatura, el oficialismo colocará a votación su presupuesto de ajuste, que convalida esta orientación privatista para la Ciudad. Llamamos a rodear la Legislatura ese día contra la privatización de la Costanera, por un parque verde público y el libre acceso al río, basta de especulación inmobiliaria, por el derecho a la vivienda para los trabajadores.