En el día de ayer el gobierno anunció un nuevo acuerdo de precios con las farmacéuticas a partir de septiembre. No obstante, algunos medicamentos subieron sus precios en los últimos dos meses hasta un 35,5%, como en el caso de algunos preparados del laboratorio Procter & Gamble (P&G). Por detrás, 14 fármacos del laboratorio HLB Pharma subieron 26,8%, dos de Vent3 subieron 25,9% y ocho de Excelentia un 25%. Formalmente, hace un mes ya rige un acuerdo que les impedía a los laboratorios aumentar por encima de un 11% entre julio y agosto. Una vez más las políticas de precios del gobierno confiesa todo su fracaso.

El 11 de agosto se había registrado ya el incumplimiento de estos topes sobre 193 ítems. A pesar de la “advertencia” del gobierno a las farmacéuticas, el segundo registro dio cuenta de que persiste en 70. Ahora acordaron de palabra “retrotraer” las subas, pero a la luz de los hechos sabemos cuál será el resultado final. De este modo, los remedios subieron en el año un 47%, holgadamente por encima del 46,2% del acumulado de inflación general. Así, se alejan cada vez más de los salarios y las jubilaciones.

Un informe de la consultora PxQ destaca además que hay aumentos “particularmente altos” entre los remedios más usados, y que la brecha entre los de marca y los genéricos pueden llegar hasta un 200%. El director del Centro de Profesionales Farmacéuticos Argentinos (Ceprofar) confirma que los que más aumentan son los más consumidos, y que desde el acuerdo firmado el 19 de julio, los jarabes y antibióticos infantiles subieron un 8%, el ibuprofeno 7%, los anticonceptivos otro 7% y por ahí sigue la lista.

Esta tendencia se viene manteniendo en los últimos años. De hecho, en la comparativa de los propios datos del Indec, los precios de los fármacos contemplados en el Índice de Productos Medicinales, Artefactos y Equipos para la salud subieron desde diciembre de 2016 a mayo de 2022 un 909%, en tanto el promedio general inflacionario, el Índice de Precios al Consumidor, lo hizo en un 653%.

Esto golpea enormemente a los trabajadores, cuando el promedio de aumento del salario privado en el lapso mencionado fue de 543%. Si a un sector de los trabajadores afecta este encarecimiento, no obstante, es a los jubilados, que tienen que dedicarles por motivos de la edad una porción considerable de sus ingresos y que, encima, son las principales víctimas del ajuste con una mínima, la que cobran millones en el país, hundida bajo la línea de indigencia y con peor suerte todavía para quienes accedieron al cobro por moratoria.

La política patrocinada de acuerdos de precios con las patronales es una tapadera del ajuste al salario y las jubilaciones. Por el contrario, se plantea la apertura de los libros de toda la cadena de formación de valor para constatar los costes reales. Pero, por sobre todas las cosas, se necesita la reapertura de paritarias, acuerdos por encima de la inflación, un mínimo acorde a la canasta básica familiar (hoy en $111.000) y hacer lo propio con las jubilaciones, otorgándoles el 82% móvil. Impulsemos un paro nacional activo y un plan de lucha para recomponer el bolsillo obrero y popular.

https://prensaobrera.com/politicas/el-narcisismo-de-las-pequenas-diferencias-y-el-pedido-de-condena-a-cfk

https://prensaobrera.com/politicas/asume-rubinstein-otra-senal-del-consenso-ajustador-en-el-frente-de-todos