En la causa que investiga la muerte de bebés nacidos sanos en el Hospital Neonatal de la Ciudad de Córdoba, el exministro de Salud de la provincia de Córdoba, Diego Cardozo, fue imputado por omisión de los deberes de funcionario público.  El fiscal que interviene en la causa, Raúl Garzón, también imputó por la misma figura al exvicedirector de Gestión Hospitalaria de la mencionada institución, el abogado Alejandro Escudero Salama.

El exministro ya venía siendo blanco de críticas, y cuando familiares de los bebés fallecidxs en Hospital Neonatal denunciaron al gobierno y exigieron justicia, quedó totalmente cuestionado. Y más cuando salió a la luz que la gestión de Diego Cardozo no denunció presuntos delitos.

Cabe señalar que en la causa la única detenida es la enfermera Brenda Agüero, que está acusada de “homicidio calificado reiterado”, por suministrar sustancias toxicas. Pero hay que tener en cuenta que solamente está imputada por dos de las muertes. Sin embargo, un total de cinco bebés fallecieron en el Neonatal, es decir, que hay tres muertes que no tienen un acusado, aun cuando la investigación lleva varias semanas. La defensa de la enfermera asegura que la declaración de Agüero “desbarató las dos acusaciones”, y, sobre los casos, afirmó que “lo sabía todo el mundo en el hospital” y que “había un sistema de ocultamiento y encubrimiento”.

En tanto que una fuente reservada declaró a Cadena 3 que: “siempre se supo que hay experimentos con laboratorios. De todos los colores. Por supuesto que están los legales, los que se hacen con consentimiento de los pacientes y de los que todo el mundo está al tanto. Pero también siempre se escuchó de los otros, de los que se hacen en las sombras, en los que se aprovechan de los más vulnerables. ¿Quién va a dar el consentimiento para que experimenten con un hijo sano? Por eso los engañan”.

“En 2012, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) encontró responsable al laboratorio británico GlaxoSmithKline de realizar ensayos clínicos irregulares. Se registraron las muertes sospechosas de 14 bebés (siete en Santiago del Estero, cinco en Mendoza y dos en San Juan, todos de familias humildes) cuya conexión con el experimento nunca se terminó de probar”, recordó la citada fuente periodística. Y agregó: “La idea era probar en niños sanos, captados en centros de salud públicos, la eficacia de una vacuna para prevenir las infecciones causadas por la bacteria neumococo”.

Las sospechas de encubrimiento estuvieron planteadas por familiares de las victimas desde que el caso salió a la opinión pública. También dejaron testimonios de que los casos “no parecen ser responsabilidad de una sola persona”.

En ese sentido, familiares de un bebé muerto el 18 de marzo criticaron por El Doce TV al exministro por realizar “una investigación privada” y que no dejó “salir a la luz estas cosas”. “Ese silencio, aparte de hacerse cómplice de algo terrible, trajo más muertes”, declararon. En la citada fuente también denunciaron más muertes de recién nacidos, y que la investigación del fiscal Garzón las esta dejando de lado.

En este cuadro, la aparición de la hipótesis de experimentos no autorizados da cuenta del horror de las muertes de bebés es una expresión de la descomposición de un régimen que atenta contra la salud pública, mientras defiende los negociados de las farmacéuticas a cualquier costo. La imputación del exministro Cardozo de la gestión de Juan Schiaretti es la punta del iceberg de la responsabilidad estatal. Se debe hacer justicia, caiga quien caiga.

 

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