Sociedad

9/5/2013|1267

Otro fallo histórico, otra lucha que también sigue

La Justicia falló contra la Iglesia católica en la denuncia de Gabriel Ferrini (25), por el abuso sexual que sufrió por parte de un cura del obispado de Quilmes en 2002. La Iglesia deberá pagar por los daños causados a Gabriel y su mamá, Beatriz Varela, por la suma de 150 mil pesos. Este fallo tiene, como el de Mariano, un carácter histórico. Por primera vez, la Iglesia deberá pagar por un caso de pedofilia. El cura Rubén Pardo, que abusó de Gabriel, murió en 2005 enfermo de Sida.


Las denuncias que Beatriz (quien confiaba que la Iglesia podría ayudarla) hizo ante el obispado de Quilmes y luego en el arzobispado de Buenos Aires sólo resultaron en una sanción a Pardo. Le dijeron a la madre que tuviera misericordia, que los sacerdotes podían pasar por momentos de debilidad en el celibato. Pardo sería luego trasladado a otra diócesis por orden del arzobispado, a cargo en ese entonces de quien hoy es el Papa.


Esta institución mafiosa y corporativa es la misma que se opone al aborto, montó la 'guerra de Dios' contra el matrimonio igualitario y frena la educación sexual en las escuelas.


La lucha de Gabriel y Beatriz siguió por la vía judicial y, tras diez años de maniobras, apelaciones y defensas inescrupulosas ganaron esta batalla, que será la primera de muchas más que vendrán. La complicidad última de los pedófilos está en el Estado, que financia a la Iglesia y subsidia la educación religiosa. Como dijo un familiar de Gabriel, como dijimos el 19 de abril por Mariano Ferreyra, la lucha sigue.