El pasado sábado 9 de diciembre vecinos y trabajadores del sur de la Ciudad de Buenos Aires se desayunaron con una fuerte quema en las instalaciones industriales ubicadas en Mom al 2800 (y Corrales). Fuego que sobrepasó la medianera y afectó la edificación lindante, repleta de metales y productos destinados a la soldadura. El denso, oscuro y tóxico humo, visible a extensa distancia, obligó a evacuar a vecinos, de forma preventiva, algunos de ellos atendidos con oxígeno.

“A causa del fuego, que se extendió rápidamente ya en el lugar había mucho material inflamable, el depósito sufrió una destrucción casi total. Según informaron las fuentes oficiales, colapsó un 80% del edificio, incluyendo el derrumbe de un tinglado y un paredón. Las llamas provocaron una intensa columna de humo que afectó a parte de la zona” (Página 12, 09/12).

La planta siniestrada es ACP Industria Corrugadora SRL. puesta en funciones en noviembre de 1992. Horacio, Aníbal y Lucía Beatriz Masia figuran como socios gerentes. Patronal denunciada por incumplir el artículo 84 de la ley 24.467 (de Contrato de Trabajo), que establece que “el empleador debe registrar el contrato de trabajo que comienza por el periodo de prueba” (Clandestinidad Laboral. Un enfoque Teórico Práctico desde la Teoría Sistémica del Derecho Laboral, Lucas Malm Green, 01/07/2002).

Por otro lado, pese a encontrarse a diez cuadras de las orillas del Riachuelo, ACP no figura en los padrones para el control de sus desechos (tanto en aire, tierra o agua) por parte de la Agencia Cuenca Matanza Riachuelo (Acumar) a cargo de saneamiento del cauce acuífero.

Para la producción de cartón intervienen varias sustancias -más si hablamos de productos con textura rugosa-, algunas de ellas altamente nocivas al  ambiente y tóxicas para el ser humano si no son correctamente tratados sus residuos (tanto sólidos como gasíferos), como por ejemplo los colorantes. “Uno de los efectos de la contaminación de los cuerpos de agua con colorantes es que estos productos químicos impiden la penetración de la luz en el agua, lo cual afecta el proceso de fotosíntesis, además, estos son cada vez más reconocidos por sus propiedades cancerígenas y mutantes en los organismos” (Periódico Unal, 13/04/2018). Por su parte, el sulfato de aluminio puede irritar las vías respiratorias y el pulmón, provocando tos, silbido al respirar o falta de oxígeno.

A muy poco de cumplirse una semana del incendio, aún se desconocen las causas concretas que lo provocaron. Es urgente una investigación exhaustiva de los sucedió. Comenzando por la presentación de los certificados de protocolos ignífugos, necesarios para dicha producción industrial y acopio de cartones, derivados del papel y productos inflamables. Como así también la inspección de todas las plantas fabriles. Ambas tareas bajo la supervisión de comisiones de seguridad e higiene, conformadas por trabajadores de las plantas fabriles.

Tomando en cuenta, tanto el historial de fraude laboral perpetrado por los propietarios de la cartonera, y el programa antiobrero del actual gobierno (tanto nacional como de la Ciudad de Buenos Aires) es necesario advertir y llamar la atención, que no sea el fuego justificativo para reducir puestos de trabajo. Ni un despido. El laburo y el salario no se tocan.

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