Sociedad

15/6/2016|1415

Por la organización en el fútbol femenino

La segunda marcha por el #NiUnaMenos sirvió para concentrar a miles de personas que pidieron luchar contra la violencia hacia la mujer. Por su carácter amplio, esta convocatoria caló hondo en distintos grupos, entre ellos el de las jugadoras de futsal, quienes días antes habían lanzado una campaña para denunciar la discriminación en la Asociación de Fútbol Argentino (AFA)


La segunda marcha por el #NiUnaMenos sirvió para concentrar a miles de personas que pidieron luchar contra la violencia hacia la mujer. Por su carácter amplio, esta convocatoria caló hondo en distintos grupos, entre ellos el de las jugadoras de futsal, quienes días antes habían lanzado una campaña para denunciar la discriminación en la Asociación de Fútbol Argentino (AFA).


Se podría decir que, para ellas, la gota que rebalsó el vaso fue la postergación del inicio del torneo, que ya de por sí estaba programado cuatro meses después de la pretemporada (mientras que el masculino disputaba su novena fecha), pero son muchas más las dificultades que hay que sortear para jugar: manejos con los fichajes, con los pases, horarios y lugar de entrenamiento cambiantes, irregularidades con los viáticos y falta de asistencia ante lesiones.


Ante este planteo, la AFA se empeña en señalar que este año hay un “récord” de catorce equipos. El dato, si bien es correcto, es tramposo: es cierto que es el mayor número de equipos inscriptos para una temporada, pero se da en un cuadro de ascenso vertiginoso de ascenso del futsal. Ligas con menos recursos, como Bafi, agrupan sesenta y seis equipos con 1ª, 3ª, 4ª y en algunos casos hasta 5ª categoría, con niñas de seis a nueve años.


No es de extrañarse que el responsable del futsal sea Oscar Ríos, del PRO. Más que historial, él y su padre de mismo nombre tienen prontuario: familia vinculada por Lorena Martins como que cobraron dinero de los prostíbulos para usarlo en la campaña por la reelección de Mauricio Macri en la Ciudad. En Boca, donde es el hombre fuerte de Daniel Angelici, eliminó al futsal femenino (que venía de ser campeón). Sí: la Asociación designó a un responsable para el futsal que cerró la disciplina en su propio club. En la reunión en la que finalmente se sorteó el fixture, deslizó la posibilidad de que el torneo no se llevará a cabo si Angelici renunciaba a la AFA.


“Jugadoras Organizadas” nació, entonces, bajo premisas fundamentales: la necesidad de agruparse independientemente del color de la camiseta para pelear por las reivindicaciones más elementales, y la conclusión de que AFA, por su composición, es un obstáculo para el desarrollo del futsal a nivel clubes y a nivel selección.


La agrupación garantizó que se sortee el fixture y que arranque el torneo, en medio de una de las internas más feroces de los últimos años. Ahora el objetivo es democratizar el futsal, la creación de una comisión del femenino, cuyos integrantes sean votados por jugadoras y cuerpo técnico para que se discutan los verdaderos problemas de quienes practican deporte -y no para ser una moneda de cambio en una disputa de camarillas por la repartija de los derechos televisivos.