En las últimas semanas se han ido sucediendo distintos hechos de robo en casas particulares, negocios y a vecinos en la vía pública en la ciudad de Caleta Olivia, Santa Cruz. En respuesta, el ministro de Seguridad de Santa Cruz visitó la ciudad para tomar decisiones en materia de seguridad: una torre de vigilancia para la seccional primera, un cuartel móvil para el barrio 2 de Abril y decenas de policías marchando en las calles de a grupos de hasta 25 efectivos en cualquier horario.

Lo grave del reforzamiento policial es que Caleta Olivia es la ciudad con mayor cantidad de jóvenes asesinados por las fuerzas policiales en los últimos años. Los casos más representativos son los de Gustavo Gerez -Méndez, el único imputado en el caso, fue absuelto y ascendido en su cargo- y Rodrigo Curaqueo, a quien le quitaron la vida en la seccional 5° del barrio Rotary XXIII.

Evidentemente esto no se termina poniendo más efectivos policiales en las calles de los barrios para intimidar a los vecinos y perseguir a los pibes pobres con amenazas constantes. Es la misma policía la que libera las zonas para que roben en un mismo negocio hasta dos veces en la semana, o realicen entraderas en casas particulares.

La solución a esta situación crítica de inseguridad, como la que vivimos los caletenses, es desmantelar las bandas delictivas y el aparato represivo del Estado que convive con estas,  y liberar a lxs pibxs que encuentran en el delito la única forma de obtener un ingreso económico, así como sucede en Rosario con las bandas narcos.

Luchemos para garantizar una salida a cada pibe y piba que no tiene oportunidades laborales o de estudio en cada barrio construyendo una salida independiente a los gobiernos empobrecedores y cómplices del crimen organizado.

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