Sociedad

10/8/2020

Una disputa comercial y belicista detrás del 5G

Agrupación Naranja Telefónica

Convencido de no poder desarrollar a tiempo la quinta generación de comunicaciones, Estados Unidos se ha lanzado a bloquear, impedir o judicializar cualquier implementación por parte de Huawei. La promesa de este nuevo servicio es aumentar por 10 todas las variables de conectividad y reducción de latencia (retraso) entre dispositivos, posibilitando nuevos servicios, nuevas plataformas, automatismos industriales, transporte y comercialización.

Hasta el 4G los estándares, protocolos y encriptamiento de información venían siendo elaborados y aprobados por empresas europeas y norteamericanas nucleadas en la 3GPP, quienes se encuentran cuestionadas después de demostrarse la fragilización intencional del sistema para violentarlo, escuchar conversaciones y recoger información sensible.

Pero ahora parece que el juguete lo tiene otro. El 5G de Huawei tiene su propio cifrado llamado “criptografía cuántica” (Core o SA) y sus equipos no permiten el acople de servicios por saturación, un recurso usado para el espionaje. También prometen un cifrado “de extremo a extremo” entre el móvil y la antena base, aunque la transmisión hacia el receptor o servidor sigue siendo una puerta para romper la seguridad. Así las cosas, el gigante asiático, pese a los bloqueos e imposiciones norteamericanas tiene una ventaja comercial y estratégica en el área. Corea del Sur, Alemania, Rusia, España, Brasil y ahora México ya firmaron acuerdos de inversión y despliegue de estas antenas. No obstante, Estados Unidos acaba de lograr que Reino Unido rompa el acuerdo para sumar parcialmente a Huawei al desarrollo del 5G en ese país. A su vez, ha golpeado a la compañía china la cancelación por parte de Google de su licencia para Android y el bloqueo al acceso de chips estadounidenses.

En este marco, el despliegue en Argentina está en veremos: el 5G que prueba Telecom-Cablevisión se basa en tecnología NSA, que es una mejora al 4G. La de Huawei incluye la nube caché y es la que posibilita 1 milisegundo de latencia, un requisito excluyente para corredores viales autónomos, sincronismo en procesos productivos y operaciones complejas a distancia. Lo que se prueba es un 4G mejorado pensado para plantas industriales o centros urbanos de alta concentración de dispositivos.

Las compañías argumentan que se utiliza el mismo espectro radioeléctrico que el 4G (en frecuencias milimétricas a partir de los 30GHz) y combinando técnicas como MIMO Masivo, Full Duplex y Small Cell, etc., la onda portadora no va en todas direcciones, sino que se localiza y direcciona al dispositivo.

Impacto ambiental

Sobre el problema ambiental será preciso estimar el fenómeno físico y su impacto. Hasta el momento no está demostrado que dañe a nivel molecular. Aunque los estudios no son concluyentes sobre el fenómeno de las “ondas milimétricas” el problema ambiental está en otro lado: la materia prima fundamental, desde los Smartphone hasta estas antenas sale de “tierras raras” extraídas a cielo abierto de China, aplicando soluciones tóxicas con aguas que desechan en piletones gigantes que se ven desde el espacio. Las tierras raras son diecisiete elementos y se clasifican en dos grandes grupos: los ligeros o céricos, que son más abundantes, y los pesados o ítricos, que se encuentran en menor concentración en la naturaleza, a excepción del ytrio. Químicamente, todos ellos tienen propiedades muy semejantes y se comportan como elementos trivalentes, de todos estos los lantánidos son fundamentales en microelectrónica, baterías, cámaras digitales, etc. En cuanto al término “tierra” su significado hace alusión a que se pueden disolver en un medio ácido (en otras palabras, este vocablo es una denominación arcaica de los óxidos). Xi Jinping se sienta en el 95% de la comercialización de estas tierras y espera. Trump sabe que si apuesta todo puede perder más.

Tecnología y capitalismo

La llamada “internet de las cosas” (que posibilita la conexión de artefactos y necesita del 5G para su desarrollo) podría encender la calefacción y descongelar el pollo mientras regresás a casa, pero mucho antes los gobiernos intentarán hacer viable una mayor precarización del trabajo, de empleos free, convenios free, seguro médico free, aportes jubilatorios free, aumentando las horas diarias de trabajo. Su plena implementación está supeditada al lucro privado, limitado a la relación inversión/retorno en un contexto de crisis mundial histórica, depredación ambiental, caída de inversiones, quebrantos, guerras comerciales, financieras y el aumento armamentístico de todas las potencias en pugna. No debiera extrañarnos que para el capital sea más lucrativa hoy a los fines de la guerra, el espionaje y el sometimiento de países enteros antes que el negocio del beneficio masivo. El 5G tal vez sea la cima de las telecomunicaciones inalámbricas, pero choca con las decadentes relaciones sociales actuales de producción, enfocadas en la explotación del hombre por el hombre.

Es necesario más que nunca denunciar los propósitos de su uso. La tecnología y los avances no son enemigos de los pueblos. Por el contrario, es el uso limitado, explotador y condicionado del capitalismo el que detiene el avance de la humanidad y condiciona los cambios en función de sus estrechos intereses. La barbarie humana es un costo que no les importa asumir. Para evitarlo se revela indispensable la nacionalización integral de las telecomunicaciones bajo control de trabajadores ligado a un plan estratégico de desarrollo de un gobierno de trabajadores, a disposición y en beneficio de la humanidad.

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