Sociedad

28/12/2022

Vacacionar una quincena en familia cuesta al menos diez salarios promedio

Alojarse en varios puntos turísticos sale el doble que hace un año.

Patagonia argentina.

El derecho a vacacionar de la población trabajadora se ve seriamente amenazado por el deterioro salarial y los aumentos siderales fijados por los empresarios del turismo. Así las cosas, gran parte de quienes se esforzaron todo el año, sorteando un sinfín de dificultades económicas, no podrán disfrutar de un período de recreación junto a sus familias por culpa de una política gubernamental orientada al servicio de las patronales y el FMI.

En primer lugar, la inflación acumulada de los primeros once meses del año en el rubro restaurantes y hoteles llegó al 94,8%, superando el índice general, que se ubicó en el 85,3%. Como vemos, los capitalistas ligados al turismo, que se beneficiaron de los subsidios estatales contemplados en las distintas ediciones del Pre Viaje, no dudaron en incurrir en fuertes aumentos, perjudicando el bolsillo popular. Aprovecharon el incremento de la demanda interna -dado que disminuyeron los viajes al exterior tras la suba del dólar tarjeta- para encarecer sus tarifas.

Esto, en un cuadro de extensión del trabajo precario y paritarias a la baja que perpetúa la caída del salario real, haciendo que buena parte de la población no pueda salir de vacaciones. El gobierno no solo es responsable de hundir los ingresos populares, sino que además le ha puesto fin al Pre Viaje, que significaba para los turistas un reintegro del 50% de sus gastos; todo para arrimarse a la meta de ajuste fiscal del FMI.

Según la consultora Focus Market, unas vacaciones de 15 días en enero para cuatro personas (dos adultos y dos menores), incluyendo pasaje de avión y hospedaje en un hotel de tres estrellas, cuesta $888.396 en Mar del Plata, $950.748 en Bariloche y $997.288 en Puerto Iguazú. Esta estimación no tiene en cuenta otros gastos, como el destinado al resto de las comidas del día, a las excursiones, al transporte interno, etc. Hay que agregar, además, que los vuelos de cabotaje aumentarán un 79% a partir de febrero, puesto que el Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (ORSNA) actualizó la tasa de uso aeroportuario.

De todas formas, las cifras mencionadas contrastan fuertemente con el ingreso promedio de los trabajadores, que, en el tercer trimestre del año, fue de $83.310 para los asalariados. Con ese salario apenas se puede aspirar a vacacionar en familia unos pocos días, teniendo en cuenta que “un paquete de 3 noches en casa o cabaña y pasajes ida y vuelta en tren para dos personas adultas y dos menores tiene un costo de $85.016 a Mercedes, $75.600 a Chascomús, y $77.949 a San Pedro” (Infobae, 26/12).

A lo anterior debemos sumarle el costo de la canasta de artículos para veranear (pensada para dos adultos y dos niños), que este año se encuentra en los $151.643, según la consultora citada. La misma está compuesta de 33 productos: 4 trajes de baño ($40.672), 4 pares de ojotas ($14.800), 4 gorros para el sol ($19.996), 4 toallones ($13.996), protector solar y repelente para insectos ($11.849), 2 inflables para el agua y 2 juegos para la arena ($6.544), 4 reposeras ($24.142), sombrilla ($13.592) y conservadora ($5.592). Cabe destacar que los protectores solares y los repelentes para insectos tuvieron un aumento interanual del 180%, y, por su parte, los trajes de baño y calzados para la playa lo hicieron en un 130%.

En caso de decidir viajar en auto, poner el vehículo en condiciones para salir a la ruta cuesta aproximadamente $211.171, entre la Inspección Técnica Vehicular ($3.150), matafuegos ($7.499), escobillas limpiaparabrisas ($9.949), dos neumáticos ($112.220), cambio de aceite y filtro ($9.115), cambio de discos y pastillas de freno ($12.827), cambio de amortiguadores delanteros ($49.962) y alineación y balanceo ($6.449). A esta cuenta hay que sumarle el gasto en combustible, considerando que, tras los sucesivos aumentos en el surtidor, llenar un tanque en Argentina sale $6.000 como mínimo.

A su vez, el precio de los alojamientos también se ha disparado. Por mencionar algunos ejemplos, los alquileres en la costa bonaerense subieron un 70% interanual -y no bajan de los $100 mil por quincena-, en las sierras Córdoba alojarse cuesta el doble que el verano pasado, al igual que las tarifas hoteleras en Las Grutas. Mención aparte merecen los precios de las sombrillas y las carpas en la playa: en Mar del Plata, alquilar una carpa durante el mes de enero cuesta mínimamente $230.000 y el valor diario ronda los $10.000.

Lo dicho hasta acá configura un panorama de cuán costosas serán las vacaciones este verano. Así, la posibilidad de bañarse en el Mar Argentino, tomar un mate observando la Cordillera, o bien, disfrutar de las múltiples maravillas naturales que tiene nuestro país aparece cada vez más alejada del alcance de los sectores populares; en cambio, quienes viven del trabajo ajeno pueden acceder a cada una de esas experiencias sin ninguna dificultad. También en defensa del merecido descanso debemos luchar por el salario.