Sociedad

10/12/2014|1344

VIH/Sida: todos encubren al Estado


En estos días se difundió en las redes sociales y los medios un volante del PRO de Villa Carlos Paz con el lema ‘PROtegete', acompañado de una vagina con una cremallera y un listón rojo (el símbolo de la lucha histórica contra el VIH/Sida). La campaña del PRO pregona la castidad como método de prevención de las enfermedades de transmisión sexual (ETS), sugiriendo además que la salida al problema social que representan es un asunto que cada uno puede resolver individualmente.


La banalización absoluta de la lucha por la salud sexual y reproductiva parece estar a la orden del día de los políticos del régimen. Y lo que es peor, el encubrimiento del Estado en su rol insuficiente en la difusión, prevención y detección temprana del VIH. El pacto de los K, Massa, PRO y Unen con el Vaticano frenan cualquier perspectiva de avance en este sentido en todos los distritos donde gobiernan unos u otros. Aquellos que se perturban por folletería misógina no se agitan por la educación religiosa en el NOA, por ejemplo.


Existe una ley de Educación Sexual Integral que no se aplica; son necesarios comités de control de la ley en cada distrito y escuela. La proliferación de la educación y la salud privada -y religiosa- muestran en todo el país la orientación desreguladora y privatista del Estado. Exigimos la no injerencia de la Iglesia en éste y todos los asuntos de Estado.


La llamada dirección nacional de Sida y ETS declara un ‘amesetamiento' en las estadísticas respecto del avance de la epidemia en los últimos años, pero el 30% de las personas que viven con el virus no lo sabe. Las campañas de difusión no llegan a los barrios ni a las escuelas masivamente. Las ONG cumplen en forma limitada el rol del Estado. La salud pública en caída, junto con los salarios de los trabajadores del área y la destrucción de las obras sociales cierran el cuadro de miseria sanitaria. La primera causa de muerte temprana de personas trans y travestis -cuya esperanza de vida es de 35 años- es el VIH/Sida.


Exigimos el aumento del presupuesto de salud y educación, por una educación sexual integral, laica y científica. No queremos que nos digan qué tenemos que hacer en la cama, con quién, si podemos o no relacionarnos o qué prácticas son moralmente válidas. Sí es necesaria toda la información para poder -y no dejar de- vivir nuestras prácticas sexuales de manera responsable y segura.