En el Congreso fundacional de la UJS del año 1972, los mil compañeros presentes aprobaron por unanimidad un programa que nos parece muy bueno. Uno de los once puntos —el octavo— se refiere al derecho de la juventud a la recreación. Se plantea allí que se destine un presupuesto especial del Estado para dotar de centros de recreación física y cultural para la juventud, bajo control obrero.

Ampliando este punto, nos parece que está planteado organizarnos, para reclamar condiciones elementales para ejercer el derecho a la expresión artística de la juventud.

Por ejemplo, hoy no existen lugares gratuitos de ensayo para las bandas, los grupos de teatro, etc. En la mayoría de los casos, tener una banda de rock y tocar, no sólo no significa ganar dinero —como correspondería, por el nivel de profesionalismo de muchas de ellas—, sino que encima a veces tienen que pagar por un lugar para ensayar. Creemos que hace falta que en cada barrio se abran “centros culturales” de la juventud, bajo su control. Tenemos que exigir lugares municipales o desocupados, o en colegios religiosos de grandes dimensiones (de los que hay al menos uno en cada “parroquia”).

Sobre la posibilidad de tocar gratuitamente en lugares públicos, nos parece que se puede reclamar que se elija una comisión de jóvenes que organice —con concursos, por ejemplo, como las ferias artesanales— la utilización de los anfiteatros de los parques, como los del Lezama, del Centenario, del Alberdi. Inclusive, que se construyan otros, si hace falta.

Nos parece que el Congreso fundacional de la UJS de masas podría ser una oportunidad para organizar a las bandas de rock alrededor de sus reivindicaciones.

Este es un primer aporte al tema, que sería bueno poder debatir y ampliar en una reunión convocada al efecto.