Universidad

12/3/1998|576

Ante el Congreso de la Federación Universitaria Argentina

¿Cuáles son los problemas fundamentales que enfrenta el movimiento estudiantil, frente al próximo congreso de la FUA?


Primero: los recientes exámenes de ingreso truchos que bocharon al 100% de los postulantes en va­rias universidades del país, con­centran la actual política oficial patrocinada por el FMI y el Banco Mundial: recorte draconiano de la matrícula universitaria. Segundo: la negativa de oficia­listas y ‘opositores’ a ‘anular’ las leyes y decretos de la amnis­tía y el indulto.


Tercero: el apoyo irrestricto que acaba de dar la Iglesia a la ‘reforma educativa’ y a Decibe, es decir al limitacionismo, al arancelamiento, a la descalifica­ción y a la ‘flexibilización la­boral’. 


Cuarto: la asfixia presupuesta­ria, los impuestazos, los tarifazos, la precarización del trabajo, los millones de desocupados, la entrega de los recursos naciona­les al capital financiero.


En el 80 aniversario de la Reforma, que se levantó contra el clero y el oscurantismo educa­tivo, los obispos son los mentores de la pedagogía y la educación nacional.


Mientras los reformistas del 18 proclamaban el “sagrado derecho a la insurrección... y a la libertad”, los demócratas truchos de fin de siglo se empe­ñan en dejar impune a los asesi­nos para preservar su monopo­lio sobre los aparatos represi­vos.


Mientras el famoso Manifies­to Liminar propugnaba “rom­per todos los vínculos con la tradición colonial” y concre­tar la “unidad obrera estu­diantil”, los políticos del régi­men procede al mayor entreguismo de la historia, cuya con­trapartida es la miseria social que golpea sin piedad a los traba­jadores.


¿Que se desprende de todo esto?


La necesidad de una mo­vilización general del movi­miento estudiantil.


Pero la actual dirección de la FUA está inhabilitada para im­pulsar esta política, porque es un apéndice de la ‘Alianza’ y de la política menemista.


Esta situación plantea la ne­cesidad de un Congreso de dele­gados con mandatos de Asam­blea, para llevar adelante un enérgico plan de lucha.