Después de cinco años, el viernes 14 el Centro de Estudiantes de nuestra facultad cambió su dirección. Los cinco años de Oktubre nos dejan la sensación de uno de los centros de estudiantes más politizados y combativos de la UBA. Entonces nos preguntamos por qué se perdió la conducción del centro. Fácil, un sinfín de ataques a Oktubre donde más le pueden pegar a un centro: qué se hace con el dinero de los apuntes, crear el manto de dudas en el estudiantado. Además que la universidad “no se debe politizar”, un planteamiento muy simplista para una campaña, donde votan estudiantes de carreras como Sociología, Ciencias Políticas o Comunicación, en las cuales la discusión, el intercambio de ideas y la politización deberían ser moneda corriente.

Esto nos abre un campo de análisis. Primero, que desde la conducción de la facultad eso es lo que se quiere del estudiantado, sin carácter crítico, sin ganas de politizar una universidad que forja los futuros profesionales de nuestro país. A este proyecto de facultad se sumó El Tren, y demás listas que atacaron a Oktubre.

Nuestro proyecto debe ser un 2009 buscando la politización de la facultad, buscando el análisis crítico de la realidad por parte del estudiantado, un 2009 que nos traerá un desafío importante como es la crisis económica nacional e internacional, cómo esto afectará a los estudiantes. El desafío de recuperar el centro será arduo y difícil pero no imposible. Dar un paso hacia atrás significa, en muchos casos, dar el envión para saltar hacia delante. Por esto, la derrota en una elección democrática no debe ser motivo de lamentaciones o tristezas. Como dijo el Che, “si el presente es lucha, el futuro es nuestro”. Y ese futuro cada día se acerca más y más.