Universidad

17/8/2006|959

Con el comienzo de las clases: Ampliemos la lucha universitaria

Cuando esta semana estén recomenzando las clases en la mayoría de las facultades de la UBA y en el CBC, luego del receso de invierno, el movimiento estudiantil tendrá ante si la continuidad de la crisis política de la UBA.


Durante el primer cuatrimestre el movimiento estudiantil logró bloquear la Asamblea Universitaria reaccionaria; voltear la candidatura del 'procesista' Alterini, que era apoyado por la inmensa mayoría de las camarillas; y por sobre todo imponer una agenda: la de cambiar el régimen de gobierno de la UBA y poner en cuestión su contenido social y académico.


El movimiento comenzó a desarrollarse en el resto del país. El “efecto UBA” se expandió al Comahue y puede extenderse aún más. Las camarillas fueron incapaces de superar sus disputas durante las vacaciones de invierno.


Los progresistas en acción


Una novedad importante de la nueva situación es el giro a la derecha de los llamados decanos progresistas que han pasado a apoyar al decano de Medicina, el alterinista Buzzi, que cuenta con el apoyo, además, del ultraprivatizador Vilella, ex decano de Agronomía y hombre del monopolio Monsanto.


Los bloques de Buzzi y de Boveris han acordado armar una especie de gobierno clandestino y antiestatutario, que se resume en la toma de decisiones en reuniones de los decanos. En ellas participan los 'progres'.


Hacia la derecha


Los decanos han resuelto cerrar filas. En una reciente entrevista a Franco, el actual vicerrector (trucho) declaró que estaba en contra de cualquier negociación con la Fuba.


Pero los decanos se niegan también a pagar a los docentes ad honorem, a determinar la gratuidad de los posgrados, a ejecutar un plan de becas. Por debajo dicen que no tienen el presupuesto necesario, pero protegen al gobierno que niega los fondos.


Masificar la lucha


El comienzo de las clases plantea un desafío: masificar el movimiento. Para ello, la Fuba está organizando, junto con la Conadu Histórica, los Sutebas opositores a la dirección de Yasky y otros gremios docentes del interior del país, una movilización nacional para el 15 de septiembre a Plaza de Mayo, para rechazar la nueva “ley federal” de Kirchner y reunir todos los reclamos de los trabajadores y estudiantes. Junto a esta iniciativa se plantearán, además, cuestiones cruciales sobre el presupuesto, ya que todo el mundo admite que la situación actual es desesperante. El 28 de agosto se realizará, por este motivo, un paro nacional de la Conadu Histórica.


El movimiento estudiantil de la UBA tiene la posibilidad de pegar un salto en su masividad y conciencia, siempre que no se deje entrampadar en las internas de las camarillas.