Universidad

20/9/2007|1010

Congreso de la FUC: Un escándalo a la medida de las camarillas

El Congreso de la Federación Universitaria del Comahue, realizado el pasado 8 de septiembre, se convirtió en el escenario de una crisis política. El bloque encabezado por la Cepa se adjudicó la mayoría de los votos y se proclamó ganador, mientras que la conducción saliente (el FER y sus aliados) se retiraba entre impugnaciones y denuncias. La disputa estaba centrada en la acreditación de nueve delegados de la sede de Bariloche, que tanto el MST (aliado a la Cepa) como el FER reivindicaban como propios.


Recordemos que en la UNCo, como consecuencia de la lucha librada por el movimiento estudiantil en 2006 por la democratización de sus estatutos, no pudo conformarse el Consejo Superior ni realizarse la elección de Rector, cargo actualmente ocupado en forma “interina” por Teresa Vega. Desde abril de este año dejaron de funcionar los consejos directivos de todas las facultades que componen la UNCo, debido al vencimiento del mandato de sus integrantes.


Los bloques políticos


El Congreso debía dirimir la perspectiva de la lucha librada por los estudiantes contra las camarillas profesorales.


En el Congreso actuaban tres bloques políticos claramente delimitados. Un bloque de derecha, integrado por el frente encabezado por la Cepa por una parte, y por el rejunte de la Franja Morada-JUP-Autoconvocados por la otra. Estos sectores son los que el año pasado se movilizaron contra la ocupación de las facultades, llamando por los medios, como fue el caso de la Cepa, al levantamiento de la lucha y promoviendo un acuerdo con un sector de las camarillas, la de los decanos "progres" encabezados por Salgado y Nataine, quienes proponían la “normalización institucional”.


Por otro lado, se encontraba el bloque de la conducción saliente, encabezado por los “independientes” del FER. Este bloque defendió las ocupaciones el año pasado, pero oscilando políticamente hacia un entendimiento con los decanos "progres". Como consecuencia de su política “a dos bandas”, el FER salió debilitado de la lucha del año pasado, perdiendo posiciones tanto por derecha como por izquierda.


Finalmente, el tercer bloque político estaba compuesto por la izquierda (la UJS y otras agrupaciones) que defendimos el proceso de lucha de 2006 y que planteábamos de conjunto mantener una posición independiente tanto de la derecha de Vega como del sector autoproclamado “progresista” de las camarillas. Para el bloque que integrábamos, se trataba de denunciar el acuerdo que las diferentes camarillas pretendían sellar con Teresa Vega.


El desarrollo del Congreso


En los días previos al Congreso, desde la UJS realizamos un llamamiento público al FER para constituir un frente que retuviera la FUC en el campo de los que defendimos las ocupaciones y la lucha del año pasado. El FER nunca respondió a este planteo.


Sin embargo, en una elección muy reñida, en la que era necesario el voto de la izquierda para mantener la conducción, el FER prefirió hacer oídos sordos y comenzar una carrera de maniobras en la mesa de acreditaciones para birlarle los delegados de Bariloche a la Cepa-MST. A esa altura, el Congreso derrapaba hacia el bochorno.


Finalmente, cerca de la medianoche, el FER resolvió retirarse del Congreso al grito de "no nos corren los chinos, no nos corren los troscos". Es decir que optaron por entregarle la FUC a la Cepa y a la derecha antes de constituir un frente con la izquierda socialista y revolucionaria.


Tras denunciar al FER y a la Cepa, el bloque de izquierda que integramos se retiró del Congreso en forma diferenciada.


El Congreso prosiguió con la designación de la Cepa en la presidencia, al MST en la vice y al bloque más derechista en la secretaría general. Un verdadero crimen político, alegremente promovido por el FER.


La nueva etapa política


El Congreso de la Federación sirvió para clarificar tres perspectivas diferentes para la lucha del movimiento estudiantil por la democratización de la universidad.


La Cepa fue electa con el apoyo de la derecha.


El FER, que durante todo el conflicto osciló entre la lucha y el acuerdo con un sector de las camarillas, entregó la FUC, es decir, “murió en su ley”, como una secta independiente, refractaria de la izquierda.


El bloque de izquierda tiene que constituirse en la alternativa para dar la batalla contra las camarillas y sus cómplices.


Esta es la lucha que dimos desde la UJS-PO en el Congreso de la FUC.