Universidad

19/9/2018

Congreso de la FULP: necesitamos una organización estudiantil independiente del gobierno y el rectorado

UJS La Plata

El Congreso Ordinario de la FULP, convocado para el viernes 21 de septiembre, tiene lugar en un cuadro inédito en los últimos años para el movimiento estudiantil platense. La rebelión que atravesó el país por el salario para los docentes y por un presupuesto acorde a las necesidades de las universidades tuvo su impacto en La Plata con abrazos y movilizaciones masivas, centenares de clases públicas con corte de calle, paros docentes y estudiantiles, y la toma de 7 facultades.


En sintonía con el plan de ajuste pactado con el FMI y con los gobernadores, el gobierno de Macri pretende profundizar su ataque contra la Universidad Pública. Pero la lucha educativa que recorre el país y que confluye con las del movimiento obrero –como la de Astillero Río Santiago– ha golpeado a un gobierno que nos llevó al borde de la quiebra nacional.


En este cuadro, es de primer orden la batalla política por un plan de lucha y un programa de independencia política para la Federación. Convocamos al conjunto del movimiento estudiantil a asistir masivamente con columnas desde cada Facultad, para que el Congreso tome resoluciones en ese sentido. 


Ajuste y privatización en la UNLP


En la UNLP, los trabajadores y estudiantes sufrimos hace años las políticas de ajuste y privatización.


La insuficiencia del presupuesto se ve en la falta de bandas horarias en la mayoría de las facultades, en las restricciones para cursar y los filtros en los planes de estudio, la superpoblación de cursos por la falta de docentes, los cientos de docentes ad-honorem y los no docentes precarizados, por mencionar algunas expresiones.


Pero más grave aún es que las autoridades de la universidad pretenden paliar la insuficiencia presupuestaria con la proliferación de posgrados arancelados (que ya superan las 210 carreras) y con un "nuevo régimen financiero", que aprobaron recientemente para flexibilizar la firma de contratos con las grandes empresas. Esta política lleva al vaciamiento de los planes de estudio (pasando contenidos al posgrado) y los subordina a las necesidades del gran capital. 


Se montan así verdaderas cajas negras y negociados en la universidad, que son la explicación de por qué el rector Tauber acepta cada recorte millonario al presupuesto, sin recibir la más mínima crítica de los decanatos. Las autoridades de la UNLP son socias del ajuste, sin distinción entre radicales, pejotistas y kirchneristas.


La FULP, del otro lado del mostrador


A todo esto, la conducción pretendidamente “anti-Macri” y “anti-Franja” de la FULP se integró, de lleno, a la gestión de Tauber, el hombre de… ¡Macri y la Franja Morada! No solo lo votaron en la Asamblea Universitaria junto a todos los decanos, sino que han votado todas sus medidas privatistas en el Consejo Superior.


La constante en los Centros de Estudiantes que conducen quienes están hoy al frente de la Federación (Mella, Miles, Cepa, Funap y otros) es la falta de asambleas y de iniciativas para organizar la lucha. Han llegado al punto de boicotear junto a los decanos las tomas de facultades. La subordinación a las autoridades universitarias es incompatible con la defensa de la educación pública y la lucha por los reclamos estudiantiles. No se puede estar de los dos lados del mostrador.


Vamos por un programa y un plan de lucha


El movimiento estudiantil de la UNLP atraviesa sin embargo una situación inédita. Allí donde los centros no organizan la lucha, surgen auto-convocatorias de cientos de estudiantes que han llevado incluso a la toma de facultades y a poner en pie movimientos de lucha.


Es la perspectiva por la que peleamos desde el centro de estudiantes de Arquitectura, que siendo el único centro que rechazó la elección de autoridades organizó un acto en la puerta de la Asamblea Universitaria para trazar un rumbo de lucha. Así, las tomas de facultades estuvieron precedidas por un paro docente-estudiantil de una semana en Arquitectura (mientras Adulp y Conadu entregaban la paritaria) y movilizaciones de cientos de estudiantes con el CEAU. 


Las movilizaciones de miles de estudiantes el 13J y el 8A por el Aborto Legal, –incluso la toma de facultades en la UNLP durante los días previos– fueron el antecedente directo de esta rebelión universitaria. El seguidismo de la actual conducción a la Iglesia Católica es incompatible con el desarrollo de una Federación Universitaria que debe pelear hasta el final por los derechos de las mujeres, empezando por el Aborto Legal.


Convocamos al movimiento que tuvo su expresión en las tomas y acciones de lucha a conformar un reagrupamiento independiente y a reclamar que el Congreso sesione con comisiones de debate y un plenario general de cierre que vote un programa y un plan de lucha para la Federación, empezando por una participación masiva en las movilizaciones en el marco del paro nacional de la CGT y las CTAs el 24 y 25. En ese sentido, planteamos que el Congreso sesione en el predio del ex BIM 3, donde siguen tomadas las facultades de Humanidades y Psicología. 


Debido al desfasaje entre las elecciones que fijan la distribución de delegados y el propio Congreso, lo cual no es más que una maniobra de la conducción de la Federación, este movimiento de lucha no tendrá su correspondiente reflejo en este Congreso, donde el 90% de los delegados pertenecen a fuerzas políticas ligadas al Rectorado.


Una gran movilización estudiantil al Congreso permitiría, de todas maneras, imponer a la dirección conciliadora que sea electa por los delegados un plan de lucha, un programa y métodos democráticos para promover la lucha de los estudiantes y masificar la intervención del conjunto del movimiento. 


Una intervención de estas características, planteará en las elecciones de noviembre que se exprese mayoritariamente una posición de independencia política respecto a todos los que pactan el ajuste con el FMI.


En consecuencia, la UJS-PO llama a construir una lista común que sea la expresión de este movimiento de lucha en el Congreso. Rechazamos, en ese sentido, el llamado a que nos integremos a esta conducción, a la que se sumará La Cámpora y compañía. A la Franja Morada se la combate luchando, no disputando cargos en el Rectorado.