Luego de avalar año tras año los presupuestos de ajuste de los gobiernos de Macri y Fernández, el Consejo Superior de la Universidad de Buenos Aires aprobó una resolución pidiéndole al gobierno una mayor partida presupuestaria para el 2022.

Ocurre que luego de consolidar una pérdida de más de 20 puntos en dos años, las autoridades universitarias se encuentran con un presupuesto incapaz de solventar los gastos mínimos para el normal funcionamiento de las facultades, a la par en que les dificulta los negociados y manejos discrecionales de fondos.

A pesar del carácter farsesco de una resolución impulsada por los ajustadores seriales de la Universidad de Buenos Aires, el dato sorpresivo de la sesión es que este pedido de mayor presupuesto tuvo dos abstenciones; una de las cuales fue de la decana de nuestra facultad, Carolina Mera, y la otra de un consejero de La Cámpora. Este voto no fue justificado a partir de la presentación de un proyecto superador, o un pedido para resolver el ahogo presupuestario a Sociales, sino que responde a la orientación social de la decana, absolutamente comprometida con el ajuste sobre la universidad.

Desde la UJS Sociales exigimos una mayor partida presupuestaria sobre la base de rechazar el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Para esto, entendemos que es necesario que les estudiantes nos movilicemos de manera independiente frente a cualquiera de los dos bloques de las autoridades universitarias, quienes actúan en defensa únicamente de sus propios intereses de camarilla.

Denunciamos por tanto a la UES, pata estudiantil del rectorado y conducción del CECSo, como de igual forma a La 15, aliada de la decana Mera, por inmovilizar a les estudiantes de Sociales en defensa del gobierno ajustador de Alberto Fernández.

A su vez, denunciamos la impostura de la FUBA, conducida por un acuerdo entre Franja Morada, la UES y otras agrupaciones, quienes denuncian de manera circunstancial el ajuste en la Universidad sin convocar a ninguna instancia de movilización real para hacerle frente.