La lucha en McDonald’s no ha concluido. Los trabajadores exigen que se cumpla el convenio colectivo, como se comprometió la empresa, luego de la ocupación del local ubicado frente al Obelisco. La empresa, por su lado, sigue violando, en los hechos, el convenio y amenaza con despedir a cinco de los compañeros que encabezaron la lucha. Durante el período de prórroga de la conciliación, la patronal intentó avanzar en los despidos, citando a los compañeros individualmente y ofreciéndoles un arreglo. Los jóvenes trabajadores rechazaron en todos los casos la propuesta indecente de la patronal.

Para evitar que la patronal formalice los despidos, los biciluchadores resolvieron realizar una jornada de lucha frente a los McDonald’s junto con la Fuba. Una columna numerosa se concentró el jueves 4, frente al local ubicado en la avenida Callao, frente al Ministerio de Trabajo. Se logró el cierre del local y luego de una buena cobertura de los medios la columna se movilizó a otros locales, obligándolos también al cierre y a solicitar la custodia de la Guardia de Infantería.

De esta manera, se llegó a la reunión en el Ministerio del 5 de agosto, donde la patronal no pudo avanzar en los despidos. Los propios funcionarios del gobierno dijeron que a McDonald’s la había golpeado la marcha a sus locales. Finalmente, se resolvió nuevamente estirar el plazo de la conciliación hasta el 16 de agosto.

Se consiguieron 80 firmas de los trabajadores “llevadores”, que plantean el cumplimiento de los reclamos y nominan a varios compañeros como sus delegados, frente a la ostensible entregada del sindicato pastelero. Dentro de la lista de delegados se encuentran los compañeros a quienes se quiere despedir.

La Fuba y los pibes de McDonald’s acordaron profundizar el plan de lucha para llegar a la audiencia del 16 con más fuerza y avanzar en la organización gremial de los trabajadores de la empresa.