Continuar la lucha hasta derrotarlos

La denominada ‘marcha nacional educativa’ que se realizó el 28 de mayo pasado, convocada por la FUA y la CONADU, reunió a una multitud que superó las 15.000 personas. Se realizaron asambleas y se tomaron varias facultades, y los estudiantes secundarios cortaron las calles. Los colegios universitarios Nacional Buenos Aires y Carlos Pellegrini fueron ocupados masivamente.


La movilización mostró la disposición de la juventud a sumarse a la rebelión popular que los desocupados del sur y norte del país encabezan contra el régimen menemista. El pasado jueves 22, los estudiantes de varias facultades, como Sociales, Filosofía y Derecho, se reunieron frente a la Casa de Jujuy para realizar los cortes de calles llamados por la FUBA y los centros de estudiantes de la UBA.


Franja Morada


Para Franja Morada, la movilización fue parte de una maniobra para descomprimir las luchas que se estaban desarrollando en la UBA por mayor espacio físico y mayor presupuesto, y que tenían como centro al rectorado dirigido por Shuberoff. Exactas y Filosofía se habían movilizado en forma conjunta a una reunión del Consejo Superior de la UBA en reclamo de más presupuesto y la abolición de los acuerdos con el Banco Mundial.


Mientras plantea la derogación de la ley de educación superior, Franja apoya su aplicación en la UBA a través de la ‘reforma curricular’ del rectorado. Para completar la farsa, a la cabeza de la movilización marchó el mismo Shuberoff.


El activismo estudiantil fue consciente de esta maniobra. En Filosofía, Sociales, Arquitectura, Psicología, Exactas, etc., se votó el rechazo a la ‘reforma de la UBA’ y la organización de un bloque opositor en la movilización. En Arquitectura y Psicología, por ejemplo, los estudiantes resolvieron movilizarse con sus propias banderas y carteles. Fueron estas facultades opositoras las que aportaron las columnas más importantes, mientras que los centros que la Franja dirige sin más oposición que la centroizquierda no pasaban de unas decenas de estudiantes.


Está planteada la continuidad de la movilización. Por el rechazo a los cupos y al limitacionismo, al acortamiento de las carreras y a la modificación de los programas de estudio impulsados por el Banco Mundial; por la exigencia de la elección democrática de las autoridades, a través de asambleas interclaustros, junto con el reclamo de espacio físico y de mayor presupuesto. Del desarrollo de los cuerpos de delegados, de la coordinación entre las facultades y sectores en lucha, y de la formación de un reagrupamiento reivindicativo y político del movimiento estudiantil, dependerá el resultado de esta lucha.