Para el próximo 22 y 23 de junio la Conadu ha convocado a un paro de 48 hs y una movilización nacional de los docentes universitarios al Ministerio de Educación, para repudiar el recorte del presupuesto universitario de 20 millones de pesos. Pero si ya ahora 20 universidades nacionales no están efectuando los aportes patronales, luego del recorte la situación será insostenible.

La Conadu exige que se cumpla el plan Plurianual de Recomposición Salarial, por un cargo testigo de 700 pesos, por un aumento integral a los docentes preuniversitarios y por el inmediato incremento del presupuesto universitario. La Conadu, por último, exige el cese de la intervención del gobierno al sindicato de los docentes universitarios.

Recorte, arancel y rebaja salarial

Está claro que el ataque del gobierno no afecta sólo a los docentes; también tendrá efectos devastadores tanto para las cursadas de los estudiantes como para los trabajadores no-docentes.

En la Universidad de Buenos Aires el ajuste ha sido aceptado sin chistar por Shuberoff y los decanos. Acaban de votar en el Consejo Superior un “plan solidario” de reducción salarial de los sueldos de los funcionarios y la “apertura de un fondo que se nutrirá, por un lado, con la retención del 10 por ciento de las ganancias generadas por la venta de servicios a terceros y, por otro, con el aporte voluntario de docentes, alumnos y graduados” (Página 12, 15/6).

Las facultades han pasado a depender cada vez más de los fondos que ellas generen, y que de ser recortados plantearán una crisis mayúscula. Un ejemplo: en Filosofía y Letras, después de una lucha los no-docentes consiguieron un aumento basado en el reparto de una parte de los fondos del Laboratorio de Idiomas. El recorte de estos fondos plantea la nulidad del aumento y es por eso que los no-docentes ya han declarado la huelga para defenderlo.

Al mismo tiempo, la “contribución voluntaria” de graduados y estudiantes introduce el principio del arancel. El impuesto al graduado consiste en el pago de un arancel diferido por los estudios realizados.

Por un plan de lucha

El movimiento estudiantil ha participado en las movilizaciones convocadas por la CGT y en la huelga general del 9 ocupando facultades y cortando las calles. Filosofía y Letras, Sociales y Exactas fueron tomadas por los estudiantes expresando ya un giro político del movimiento estudiantil contra la Alianza del FMI. Hay que avanzar ahora hacia una lucha de conjunto con docentes y no-docentes para derrotar el recorte del gobierno y Shuberoff a través de un plan de lucha que prepare la huelga general hasta lograr los objetivos.

El 22 y 23, en las jornadas convocadas por la Conadu, es necesario tomar este camino.