El pasado 6 de diciembre, el Consejo Superior de la Universidad Nacional de Córdoba votó el aumento de la tarifa del comedor universitario a $348 para les estudiantes y $667 para docentes y no docentes, con una actualización cada dos meses según la inflación. En el comunicado oficial de la UNC aseguran que esta medida, creada por la “Secretaría de Bienestar Universitario y Modernización de la UNC”, busca asegurar la sostenibilidad del servicio.

Dicha resolución, que fue votada por unanimidad de espaldas a les estudiantes, con una universidad vacía en el medio del Mundial y comenzando el receso en la mayoría de las unidades académicas, profundiza el ajuste en la educación pública y el comedor universitario, que viene de golpe tras golpe como consecuencia de años de vaciamiento perpetrados por todos los gobiernos, tanto universitarios como nacionales. Hasta el 2019, el comedor universitario valía $4 para estudiantes y $6 para docentes y no docentes; nos encontramos frente un aumento del 8.700%.

En la pandemia, y particularmente en la vuelta a la presencialidad, hubo un virtual cierre del comedor: solo podían acceder aquellas personas a las que se le otorga la beca Nutrirse, una beca totalmente restrictiva que solo pudieron recibir 2.100 estudiantes de toda la comunidad educativa, sin acceso para docentes y no docentes de la universidad. El nuevo proyecto, a pesar de asegurar que mantendrá el beneficio de las becas, no menciona cuántas.

No podemos dejar de ver que esta medida se da en medio de un ajuste del 15,5% del Presupuesto 2023 destinado a educación, sumado al recorte en 70 millones de pesos que sufrieron dichas partidas durante el 2022.

Ahora nos encontramos, nuevamente, frente un verdadero ataque en un contexto de crisis social y económica que afecta fundamentalmente a la juventud, que es uno de los sectores más empobrecidos y precarizados en nuestro país, lo que hace cada vez más cuesta arriba poder finalizar nuestros estudios.

Las agrupaciones afines al rectorado, que dicen reivindicar Reforma Universitaria de 1918 son los primeros en ir contra una conquista histórica de les estudiantes que participaron de esta lucha. Son fuerzas políticas integradas a las distintas variantes ajustadoras dentro y fuera de la universidad.

Desde la UJS repudiamos este aumentazo y exigimos el real acceso a un comedor universitario para todes les estudiantes y comunidad educativa. Es urgente organizarnos en defensa de la educación pública, el comedor universitario y todos nuestros derechos conquistados, contra el ajuste del gobierno y la oposición. En este sentido, es que desde la UJS nos encontramos impulsando el campamento de verano como una instancia de esparcimiento y formación, en cuyos talleres y charlas abordaremos cómo mejor organizarnos en esta perspectiva. Sumate a defender la educación pública con nosotres.

 

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