Un reciente cálculo del Instituto de Estadísticas del Defensor del Pueblo identificó que los gastos de un estudiante en Córdoba aumentan a la par de la inflación para poder garantizar continuar con sus estudios, aumentando desde octubre del 2022 un 150% aproximadamente.

El estudio explica además que este promedio es para los estudiantes que vienen a estudiar desde otras provincias, contemplando el alquiler, esparcimiento, transporte, higiene, entre otras cosas, pero que en los gastos educativos específicamente (apuntes o las cuotas de universidades privadas) el porcentaje escala por encima de la inflación.

El informe del Inedep asegura además que un estudiante necesita mínimo $152.524,17 aproximadamente para poder continuar con sus estudios, variando según diferentes perfiles hipotéticos. Dentro de los gastos contemplados se encuentra primero la alimentación, para la cual se calcula fueron necesarios $47.623,27 en octubre solo para gastos básicos, siendo un 164,5% más que en octubre del 2022; teniendo en cuenta la posibilidad de utilizar el comedor universitario que tiene un valor del 50% del menú y que en las sedes de las universidades privadas el menú cuesta alrededor de $1.843.33. Y, además, el estudiante que podría alimentarse con este monto es el que accede a la Beca Nutrirse de la UNC, la cual contempla el 100% del valor del menú del comedor.

En cuanto a las viviendas, el alquiler o las residencias universitarias son el mayor gasto que afrontar: el valor de un alquiler en los barrios más concurridos por estudiantes (Barrio Jardín, Iponá, Alberdi y Centro) es de aproximadamente $121.150,27; en Nueva Córdoba, barrio por excelencia de les estudiantes, el valor de los alquileres aumenta un 90%, y los valores aumentaron un 155,4% en el último año, siendo estos datos alarmante no solo para quienes deciden venir a estudiar el año entrante si no también para quienes deben continuar con sus estudios.

Además, en Nueva Córdoba se calculan alrededor de $32.725,15 en servicios y expensas, mientras que en los barrios mencionados anteriormente disminuye a $19.983,60. A estos servicios calculados debe sumarse Wifi, telefonía, TV por cable, entre otras cosas.

Respecto a las residencia estudiantiles, que son otras de las opciones de los estudiantes, y tomada en cuenta para poder realizar dicho informe, el estudio asegura que aumentaron un 163,6% desde octubre del año pasado, aunque esta opción incluye servicios, equipamiento, prestaciones como Wifi. Variando según con cuantas personas será compartida, una habitación doble vale $71.100, triple $68.775, cuadruple $53.375, aproximadamente.

Respecto a los gastos particulares en educación los aranceles en las universidades privadas subieron más del 212% de octubre 2022 a octubre de este año, teniendo un valor las cuotas mensuales de entre $95.156 y $247.000, dependiendo de la carrera y la universidad. Respecto al gasto en apuntes y bibliografía, el Inedep considera que el costo promedio de fotocopia doble faz es de $23,50 a partir de las 200 páginas, llevando al valor de los apuntes a $4.700 aproximadamente, aumentando 235,7% en el último año.

Respecto al transporte urbano el valor del pasaje es de $185, 117,65% más caro que el año anterior, con posibilidades de aumentos a pedido de las empresas. Las tarifas de taxis y remises también han sufrido un aumento mayor al 100%, a pesar de esto muchos estudiantes cuentan con la posibilidad de acceso al Boleto Educativo Gratuito, lo cual es una gran ayuda para poder garantizar el transporte para muchos estudiantes.

Para la higiene y limpieza los gastos promedios calculados por este informe son de $11.282,79 para un combo de higiene personal -con un incremento anual del 114,66%- y un gasto de $3.667,33 para productos de limpieza, incrementando el valor en un 109,50%.

Respecto a la indumentaria y el esparcimiento los aumentos fueron mayores a la inflación interanual calculada, y a la par del aumento del resto de los gastos. La entrada a la cancha se incrementó en un 333,33% ($6.500), la entrada al cine 164,64% ($3.300), un desayuno en un bar 211,11% ($1.400) y salir a comer un 178,57% ($3.900). Para la indumentaria hay una amplia variación entre calidad y precios, pero los incrementos son aproximadamente entre un 166% y 250%.

Con todos estos datos, el informe del Instituto de Estadísticas del Defensor del Pueblo calcula que el monto mínimo para poder venir a estudiar a Córdoba desde otra localidad o provincia es de $152.524,17. Estos datos son pensando en un estudiante que vive en una residencia con habitación compartida triple, cursando en la universidad pública, movilizándose con el Boleto Educativo Gratuito y alimentándose al mediodía con la Beca Nutrirse que cubre el costo del menú, y preparando las demás comidas en la residencia y, por último, con gastos muy moderados en las áreas de esparcimiento e indumentaria. Pero este costo es el “prototipo ideal”, quienes estudiamos sabemos que es cada vez más difícil el acceso a las becas y el boleto educativo, así como también que no podemos vivir solo del acceso al comedor universitario.

Así las cosas, la posibilidad de una familia trabajadora de bancar los estudios a sus hijos se vuelve cada vez más difícil, y cada vez son más les estudiantes que abandonan sus estudios por no poder costearlos o tener que trabajar cada vez más y en peores condiciones en trabajos sumamente precarizados. Quienes aseguraban “abrir la universidad para el pueblo” solo han dejado como consecuencia alquileres, acceso a la comida, y educación para pocos.

Hay que organizarnos contra esta realidad y contra el ajuste que deja en educación el gobierno de Alberto, Massa y compañía, que viene recortando en el presupuesto educativo con financiamientos muy por debajo de la inflación, donde se proyecta que puede llegar a haber un ajuste del 70% en educación para el año que viene.

Mientras tanto, nos encontramos a días de la asunción de Milei, el nuevo presidente electo que asegura que arancelará la educación, sin dar aún explicaciones claras y concretas de cómo funcionaría el sistema de vouchers que proponen ni qué pasará con la educación pública a la que acceden millones de estudiantes y que es la única garantía de estudio para la mayoría de la población trabajadora de nuestro país y países hermanos.

Defender la universidad pública, los derechos conquistados y la calidad educativa, así como también nuestra calidad de vida, es urgente. Hoy más que nunca súmate a organizarte. Pongamos en pie el movimiento estudiantil en defensa de nuestro presente y futuro.