El portal La Política Online caratuló la foto de todas las agrupaciones estudiantiles en la Facultad de Derecho de la UBA (Franja Morada-Nuevo Espacio, peronistas, centroizquierdistas) como un “fuerte gesto” de los radicales hacia la candidatura de Sergio Massa. Si la actividad fue planificada de esa forma o no, no lo diremos nosotros, pero lo cierto es que las escalinatas mostraron el mismo frente único que Massa propone a nivel nacional.

No pasa nada

Que la iniciativa haya sido tomada por la FUA y la Fuba, ambas dirigidas principalmente por los radicales (aunque en alianza con los peronistas), muestra no solo una connivencia política con un futuro “cogobierno” (?), sino también una intención de las cúpulas universitarias, a través de sus organizaciones estudiantiles, para negociar con un futuro gobierno de Massa.

El argumento del reclamo (“no al voucher, no al arancel”) encubre la política privatista de este bloque en relación con la Universidad, una política que se manifiesta en la penetración de las corporaciones capitalistas en las principales universidades, en los centros de investigación y en los negociados de la Universidad colaborando con mineras, petroleras, el complejo exportador, entre otros.

El planteo omite denuncia alguna a este gobierno, lo que, en un marco de balance electoral como quiso poner arriba de la mesa la actividad, no hace más que embellecer la política educativa del gobierno de Alberto Fernández. Las organizaciones peronistas defenderán con coherencia al gobierno, nadie podría acusarlas de doble discurso, pero la FUA y la Fuba, ¿dijeron algo sobre los $50 mil millones que Massa recortó apenas llegó a ser “superministro”?¿Y del 22% del recorte a las provincias del primer semestre, que el FMI pide continuar, que afecta a hospitales y escuelas? ¿Del 14,5% de ajuste fiscal total del primer año de su gestión? ¿Y de los dos millones de Anses de nuevos pobres bajo la de gestión de Sergio Tomás? La Universidad de Buenos Aires, a su vez, formó parte de la liquidación de los fondos del Anses que pidió Massa?

La consecuencia de esta política de ajuste no son solamente la degradación de las condiciones de estudiar y aprender, los salarios por el piso para los docentes o las condiciones de crisis edilicia, sino además, que cientos de miles de estudiantes quedan por fuera de la posibilidad de proseguir sus estudios por motivos económicos, por la necesidad de trabajar con trabajos precarios y mal pagos, por la imposibilidad de acceder a una vivienda o al alquiler. La gratuidad formal entra en contradicción con las condiciones reales de los estudiantes para acceder a la Universidad. Los vouchers serían obviamente un golpe final al objetivo de miles de estudiantes de acceder a una universidad que hoy ya les cierra las puertas de mil maneras.

Vale considerar, igualmente, que la unidad viene de mucho antes. En el Consejo Superior de la UBA votaron todos juntos reformas de carreras como la de Medicina, a pedido de esta gestión e incluido el decano de Filosofía y Letras, o la imposibilidad para que les jubilades docentes y no docentes mantengan su obra social (Dosuba). La colaboración política se extiende al terreno internacional, donde tanto el radicalismo universitario como el peronismo abonan la campaña contra la defensa de Palestina, que la DAIA puso en agenda con un violento ataque contra los estudiantes que denuncian el genocidio del sionismo.

Ajustadores son todos. Lo decía una vieja canción: “No pasa nada…”.

Independencia política

Ni la FUA ni la Fuba convocaron a una sola instancia de participación estudiantil. Ni para enfrentar a Milei, ni a Massa, ni el ajuste, ni nada. Esta actividad convocada no pasó por sus organismos ni su comisión directiva, lugar en el que se pueden discutir sus fundamentos en una pelea política. Fue simplemente una actividad armada por todas las organizaciones, menos la izquierda, para un pacto electoral universitario.

Va en línea con el rectorado de la UBA, que, con todo este trasfondo, acaba de convocar una asamblea universitaria para que se pasen los mandatos. ¿Milei? ¿Massa? ¿Los reclamos estudiantiles? ¿Las materias? ¿Las carreras? Nada de nada.

Esto ocurre cuando las organizaciones impulsoras solo tienen como perspectiva un canal la búsqueda de un beneficio particular (acomodar calendarios de comicios) o uno electoral (el voto a Massa).

Cuando se hacen las cosas con independencia política la vida es bastante distinta. Pensarlo de esa forma no es un refrán elegante, sino una convicción certera: tener entre ceja y ceja la necesidad de responder a los problemas estudiantiles. Por eso, la UJS, luego de las Paso, convocó literalmente a “Asambleas contra Milei y el ajuste del gobierno y el FMI”. Unimos de esta manera la denuncia justa de Milei con los reclamos actuales frente al gobierno y las gestiones.. No solamente las llevamos adelante en los centros que dirigimos, sino que las impulsamos en donde somos opositores, buscando un frente único de lucha: con gran protagonismo (además de en Vete y FFyB) en Exactas, Sociales, Filo, JVG (Terciario) y varias otras instancias.

¿Los centros radicales? Naranja Fanta. Pero también los kirchneristas: el CEFyL de El Colectivo, que salió con felicidad en al foto de Derecho, cuando hubo un movimiento de lucha en Filo que empalmaba la pelea contra la ultraderecha y un reclamo propio de la facultad, no solamente se ausentó, sino que armó una reunión paralela e inventó una asamblea tardía con gente de otras facultades.

Pensar en intereses que no son los estudiantiles lleva a estas cosas.

Enfrentamos a Milei y al bloque reaccionario de Massa y los radicales

Como fue mencionado previamente, nuestra corriente fue la primera y por momentos la única, junto al resto de la izquierda, que trabajó para que exista un movimiento contra Milei asociándolo a la denuncia contra el ajuste en curso. Hemos lanzado, además, un curso en distintas universidades del país, titulado “El marxismo, frente al liberalismo y el fascismo”, para fomentar la pelea y el debate en el campo de las ideas. En el curso, vimos la incapacidad de fondo de las variantes capitalistas para ponerle un freno a una derecha extrema que surge directamente de esta descomposición capitalista. La pelea contra cualquier arancelamiento es parte de una pelea más general para que la juventud trabajadora pueda ingresar a las universidades de la que es expulsada de mil maneras. Y contra el copamiento capitalista de las universidades en función de los negocios con la ciencia y la técnica.

Por eso no se puede confundir enfrentar a Milei con embellecer al peronismo o a las camarillas universitarias que vienen de la Franja Morada. Esta fuerza política la que ha permitido el crecimiento de Milei: no solamente “armando listas”, sino con una política que los tuvo en 18 de los últimos 22 años en el poder para resultados como el 43% de pobreza y más del 50% de los pibes sin tener para comer.

Además, como toda pelea de este caudal, debe darse con un programa. Esta política parte de una crítica feroz al ajuste de este gobierno, para reivindicar la necesidad de defender la obra social y el salario de los trabajadores de la educación, la existencia de un verdadero programa de becas a nivel nacional sin cupos de grupos familiares que deben estar por debajo de la línea de pobreza para poder acceder, el aumento del presupuesto educativo, el rechazo a las reformas educativas inconsultas y antidemocráticas y la necesidad de que la universidad esté al servicio de las necesidades de la mayoría trabajadores y no lo contrario. Por eso levantamos este programa en conjunto con un apoyo a todas las luchas obreras y populares, de nuevo, de la vereda de enfrente de la Fuba, y la FUA que también en este terreno son funcionales al gobierno.

El empuje de nuestra militancia empieza por ahí. La de ellos va variando, según la fracción del poder a la que haya que apoyar.

https://prensaobrera.com/politicas/un-golpe-a-la-lucha-por-la-independencia-politica-de-los-trabajadores