Universidad

6/11/2020

AJUSTE UNIVERSITARIO

Diputados oficialistas encubren el recorte del presupuesto de la Universidad de Salta

La Unsa perderá por los menos $800 millones.

De izquierda a derecha, Andrés Zottos, Gustavo Sáenz y Víctor Claros.

El diputado nacional por Salta, Andrés Zottos, aliado del actual gobierno, afirmó en los medios de prensa que habrían logrado frenar el ajuste en la Universidad Nacional de Salta (Unsa) por haber conseguido que no se cambie el porcentaje que esta recibirá del presupuesto total de las universidades, el cual iba a ser rebajado del 1,69% al 1,58%, lo que implicaba una pérdida de por los menos $200 millones.

Pero es absolutamente falso que no hay recorte, ya que la Unsa recibirá ese porcentaje (1,69%) calculado sobre un presupuesto universitario que fue recortado respecto al del 2019 y su ampliación votada en 2020 (recordemos que no se votó una ley de presupuesto para este año).

Fue el propio rector, Víctor Claros, quien dijo ante los diputados provinciales que la universidad estaba afectada por el recorte general y por el cambio del porcentaje que le correspondía.

Si además tenemos en cuenta la inflación acumulada en 2019 y 2020, el ajuste contra la Unsa es brutal. La realidad es que Zottos y el resto de los diputados salteños oficialistas votaron un presupuesto de ajuste, en consonancia a las exigencias del FMI, no de las necesidades de la universidad.

Las declaraciones del diputado, que afirman que la Unsa recibirá finalmente lo que pidió el rector solo confirma que éste último es la correa de transmisión del ajuste dentro de la universidad.

Por su parte, el diputado radical macrista, Miguel Nanni, salió a desmentir a Zottos, intentando hacer una defensa trucha del presupuesto universitario, ya que votó todos los presupuestos de ajuste del macrismo y, en este último caso, se abstuvo. Lo mismo hicieron Martín Grande y Virginia Cornejo. Una manera elegante de dar un aval al presupuesto del FMI sin quedar demasiado pegado al gobierno nacional.

Todos los diputados nacionales por Salta votaron de una u otra forma el recorte del presupuesto de la Unsa y de la educación en general.

Los diputados del Frente de Izquierda rechazaron el presupuesto y plantearon la necesidad de establecer un impuesto a las grandes fortunas y ganancias para atender la crisis actual.

Mientras tanto, miles de estudiantes de todos los niveles quedaron fuera de las cursadas por no contar con los medios necesarios para afrontar la virtualidad forzada. El gobierno redujo el presupuesto en conectividad; los ministerios de Educación siguen haciendo presión para volcar a los alumnos a las aulas sin garantizar las condiciones necesarias para que eso suceda.

La semana pasada el Consejo Superior de la Unsa resolvió permitir que algunos alumnos puedan volver a las aulas. La medida apuntaría a los alumnos de los últimos años de las carreras.

Para enfrentar la sangría presupuestaria es preciso organizarse y romper con la contención que es ejercida de arriba para abajo, desde losrectores hasta las agrupaciones estudiantiles vinculadas con los gobiernos de turno, y luchar junto a los docentes por la re apertura de las paritarias y un aumento de acuerdo a la inflación, por la triplicación del presupuesto universitario, para que el Estado garantice el acceso a los dispositivos y la conectividad, para que nadie quede afuera, para que los estudiantes, docentes y no docentes tengan decisión sobre los protocolos sanitarios en caso de volver a actividades presenciales y por el aumento de la beca progresar a $10.000.

Desde la UJS y el Partido Obrero creemos que es posible derrotar este ajuste si nos organizamos. Ante la parálisis de los centros de estudiantes impulsamos la autoconvocatoria de los estudiantes como medida de lucha para conquistar todas nuestras necesidades.

Para que la crisis no la paguemos los estudiantes ni los trabajadores, organizate con la UJS.