Universidad

4/2/2022

Provincia de Buenos Aires

El movimiento estudiantil frente al pacto con el FMI

Que los centros de estudiantes y federaciones universitarias rompan con el gobierno del ajuste.

El acuerdo humillante y colonial al que el gobierno nacional y el FMI arribaron es el eje central de la situación política, y que como tal afectará el presupuesto de la educación pública, cuando se prevee un aumento del 22% completamente devorado por la inflación, que se estima que solo en enero será cercana al 5%. El movimiento estudiantil bonaerense tiene la oportunidad de intervenir masivamente y abrir curso a un proceso de movilización independiente junto a sectores del movimiento obrero ocupado y desocupado que no están dispuestos a entregarse al Fondo. La condición para ello es imponer una dirección de lucha independiente en cada lugar de estudio.

La mayoría de los centros y federaciones estudiantiles hoy se encuentran en manos de fuerzas políticas integradas al Frente de Todos. Esto va desde la Federación Universitaria de la Plata (FULP), que es dirigida por un frente entre Patria Grande y La Cámpora y que durante la virtualidad se mantuvo postrada frente a una caída récord de la matrícula en la universidad de más de 30 mil estudiantes, pasando por centros terciarios y secundarios dirigidos por elementos de la Celeste y la UES, hasta centros de universidades como la de General Sarmiento (Ceungs), dirigido por el PJ de los intendentes. Todos ellos mantienen silencio frente al acuerdo con el FMI, lo que significa un apoyo implícito. Como se ve entonces, la renuncia de Máximo no pasó de una maniobra. Lo planteó el periodista Iván Schargrodsky: “Máximo no piensa en irse del Frente de Todos ni hacer renunciar a los funcionarios de La Cámpora. Mucho menos de la presidencia del PJ de la Provincia de Buenos Aires”. (Cenital, 1/2).

Es sintomático que las federaciones dirigidas por el kirchnerismo se comporten igual que las dirigidas por la derecha macrista, como la Fuba, que en su momento amagó con denunciar el ajuste universitario pero ahora calla frente al principal ordenador del ajuste, que es el Fondo. Aunque traten de disimular, Todos Juntos son parte de un régimen supeditado a las directivas del FMI.

Mientras, las agrupaciones peronistas y kirchneristas vienen dejando pasar desde el 2020 (y sin abrir la boca) el enorme ajuste educativo y mirando de costado las grandes luchas populares que recorren la provincia de Buenos Aires. Los altos niveles de deserción a partir de la virtualidad sin condiciones, el rechazo garantizar computadoras y WiFi a les estudiantes, los montos raquíticos de la beca Progresar, el ajuste en el presupuesto universitario del 2020, 2021 y ahora 2022, son pruebas de que en su agenda no está pelear en defensa de la educación pública. Sin todo este ajuste previo, no hubiese acuerdo con el FMI hoy.

Estas mismas conducciones, además, callaron frente a la desaparición forzada seguida de muerte de Facundo Castro o la represión en Guernica, sosteniendo desde el silencio al ministro fascistizante de Seguridad de la provincia, Sergio Berni. El movimiento estudiantil tiene frente así una disyuntiva: defender la educación pública enfrentando el ajuste del FMI o ser arrasados por sus consecuencias, que además de su expresión en la educación, también vendrá con tarifazos, aumento de precios, salarios por debajo de la inflación, más precarización laboral, despidos y represión. El ajuste se va a sentir en la cursada, en un cuadro de pobreza superior al 45% y de aumento de la desigualdad social: este plan de conjunto socava y profundiza -aún más- el derecho al acceso a la universidad pública, como sucedió con la virtualidad sin recursos expulsando a les estudiantes más vulnerables.

Para enfrentar el ajuste es necesario impulsar una enorme deliberación en todos los lugares de estudio, convocar asambleas, reuniones abiertas, espacios de encuentro y debate donde armar un plan de lucha contra el Fondo. La primera parada es movilizar masivamente este 8 de febrero. Exigirle a los centros y federaciones que rompan con el gobierno, repudien el ajuste y convoquen a ganar las calles.

El centro de Ciencia y Tecnología de la Unsam (Cecyt), con la UJS en su presidencia, largó la convocatoria para movilizar y prepara una gran asamblea para principios del ciclo lectivo, para votar un plan de lucha contra el ajuste. La izquierda y el FIT-U en particular tenemos la responsabilidad y la oportunidad de impulsar una política de frente único de iniciativas de organización y lucha para poder colaborar en abrir paso a un masivo movimiento estudiantil que pelee por recuperar los centros de estudiantes, y que gane las calles contra el FMI y contra el ajuste de los gobiernos como en Colombia, Ecuador y Chile, donde la juventud jugó un papel protagónico en los levantamientos y rebeliones. La UJS batallará en esta dirección.