Universidad
26/11/1998|609
Elecciones en la UNC
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El estudiantado universitario, como parte de toda la intelectualidad, está siendo sometido a un gran chantaje político: renegar de toda forma de organización partidaria o política.
En la UNC no despiertan mayor interés las juventudes de los grandes partidos patronales. Están reducidas a un par de reductos, donde lentamente van cediendo terreno. Las listas de ‘independientes’, tras unos pocos años de auge, han mostrado la hilacha: aparatos armados desde los rectorados y/o decanatos o bien ‘tapados’ del centro-izquierda/derecha. A medida que decrecían las agrupaciones de la UCR, del MPN, y de los ‘independientes’, y se acrecentaba para la izquierda la posibilidad de ganar los centros o la FUC, la actitud de corrientes como la Venceremos, MST y PTP, fue la de conformar agrupamientos lo más vaciados de contenido político posible.
Este amoldamiento al chantaje de la burguesía dio lugar al nacimiento de agrupaciones desideologizadas, refugiadas en posiciones anárquicas (que reivindican como anarquismo) y que, sobre todo, han mostrado una profunda tendencia a desarrollar ilusiones en los supuestos ‘progres’ de la Alianza. La Venceremos, en pleno ‘mayo neuquino’, no vaciló en decir que “el rector apoya los reclamos estudiantiles”, cuando el aliancista Rabassa, electo poco antes, condenaba las ocupaciones, los cortes de puentes y las movilizaciones.
El programa del frente que dirige la FUC (conformado por aquellas tres corrientes) se limita al ‘antimenemismo’, pero calla sobre la Alianza y defiende a la ‘empresa nacional’.
En la elección del asentamiento de General Roca donde la agrupación ‘Mate’ (Venceremos e independientes) se enfrentó a la Franja Morada, que hizo campaña abiertamente como brazo estudiantil de la Alianza, ‘Mate’ se limitó a hacer la suya con planteos estrictamente rei- vindicativos: las fotocopias, el balance, etc.. No abrió una lucha política. En su folleto ni habla de la cuestión.
En este contexto, el triunfo de la lista de la Unión de Juventudes por el Socialismo adquiere toda su dimensión. La UJS utilizó toda la simbología socialista: las banderas rojas, reivindicar el marxismo. Hizo una campaña especial en relación al Che Guevara, con una gran bandera que decía: “La revolución será socialista o será caricatura de revolución. Che”.
Hubo una profunda lucha ideológica. La UJS ha demostrado la superioridad del programa y las ideas socialistas sobre el cambalache populista que pone al Che y a Perón en la misma trinchera y se ilusiona con los radicales shuberoffistas autotitulados ‘progresistas’ y que terminaron (y no podía ser de otro modo), votando contra el salario docente y no docente, junto al cambalache.
Nunca quisieron debatir este punto, y por eso la UJS con un volante denunció la situación del voto de la consejera de ese frente y rompió con él. Ahora sabemos incluso, por boca del MST, que hay un acuerdo para tratar el tema “después que pasen las elecciones”, es decir, de espaldas a los estudiantes.
La victoria de la UJS abre un gran desafío: extenderla a otras facultades. No hay socialismo en un solo país y no puede mantenerse una victoria electoral socialista en una facultad si no se extiende a otras, y a otras, y a otras.