En el congreso de la Federación Universitaria de Buenos Aires, Fernando Ramal, militante de la UJS-Partido Obrero, fue consagrado su nuevo presidente. Compartirá el cargo con Eva Dimopulos, de La Mella.

En el cierre del congreso, Fernando dio un discurso. Se refirió en primer lugar a la derrota del intento del rectorado y la Franja Morada de montar una FUBA paralela: “estas agrupaciones del gobierno convocaron a un congreso de la federación sin tener los delegados. ¿Por qué? Porque hace 17 años que la FUBA está junto a los estudiantes y al movimiento obrero, enfrentando a todos los gobiernos y defendiendo la educación. Y como les molestaba esa FUBA que lucha hicieron un verdadero fraude, y hoy se quieren morir porque, como lo hicimos con asambleas, tomando facultades en todo el país durante todo el año, les volvemos a dar un nuevo ‘pesto’, vuelven a perder y esta FUBA queda en manos de los que queremos defender la educación pública y queremos enfrentar al gobierno”.

El dirigente juvenil marcó que la rebelión educativa de este año “fue también la continuación de la ola verde [por el aborto legal] que atravesó el país”, y destacó la unidad del movimiento estudiantil secundario, terciario y otros universitarios (como los de la FUNA, de la Universidad Nacional de las Artes) para enfrentar al ajuste. “Es claro que el objetivo es derrotar al gobierno de Macri, el problema es cómo”, señaló. “En Francia se muestra el camino: frente a las medidas antipopulares, no nos podemos quedar esperando hasta las elecciones, hay que salir a luchar ahora”. Ramal saludó las luchas de los trabajadores y trabajadoras de Interpack, de Siam, y señaló que “la lucha tiene que seguir estando del lado de la clase obrera”.

En su discurso, denunció el protocolo de gatillo fácil de Patricia Bullrich como “una declaración de guerra contra la juventud, de parte de los asesinos de Santiago Maldonado” y sostuvo que “están locos si creen que esta juventud que tomó facultades, escuelas y terciarios se va a quedar callada”.

El congreso dio lugar a una nueva etapa de la Fuba, ya que la lista ganadora incluyó por primera vez a agrupaciones kirchneristas y de otros sectores nacionalistas, que por este motivo presentaron la elección como una “refundación”. Ramal rechazó esa postura y destacó “la continuidad de la federación que en el 2002 enfrentó la represión de Duhalde, Solá y Aníbal Fernández en Puente Pueyrredón”, así como la de la Policía y Gendarmería en la dura lucha de los trabajadores del Casino contra el empresario Cristóbal López; la que impidió que el ex decano de Derecho Atilio Alterini, ligado a la dictadura, fuese designado como rector de la UBA. Y señaló que la UJS “va a defender esta continuidad política, la de la independencia de todo gobierno y de toda autoridad, y de la unión obrera-estudiantil con una perspectiva de transformación de la universidad y del país”.

En esa línea, señaló que las “grandes diferencias” que recorren a la nueva conducción no son “diferencias menores, sino estratégicas”, y llamó a impulsar este debate dentro del movimiento estudiantil, en cada espacio, reforzando a una FUBA cuya fortaleza ya se expresa en las “masivas asambleas” del último período en facultades como las de Medicina (donde la izquierda viene de expulsar a la corrupta dirigencia radical del centro de estudiantes), Sociales y Económicas.

Sobre el final, Ramal evocó las palabras de una compañera secundaria de que “el problema de todo militante es querer transformar este mundo” y aseveró que es “esa juventud, ese movimiento estudiantil, el que va a definir la orientación política de esta federación”. Y concluyó: “los desafíos son grandes, tenemos que llevar a fondo este movimiento que viene desarrollándose en todo el país: por eso en abril la Fuba va a realizar un gran congreso para discutir un plan de lucha para derrotar el ajuste de Macri hoy, no mañana. Si el presente es lucha, el futuro es nuestro”.