Universidad

31/3/2017

En la Universidad de San Martín, maniobran exámenes de ingreso para filtrar estudiantes

UNSAM


El pasado jueves 16, se dio a conocer la lista de aprobados en el examen de ingreso a Psicopedagogía, la carrera con mayor demanda de la Escuela de Humanidades de la Universidad Nacional de San Martín. El bochazo masivo –tan solo 100 ingresantes de 236 aspirantes– e injustificado –las correcciones no se hicieron públicas– constituye un nuevo episodio de la política de ajuste de las autoridades de la Escuela y la Universidad.


 


Conocidos los resultados, un grupo de estudiantes solicitaron ver la corrección del examen y constatar las razones de la desaprobación, pero el decano de Humanidades, Carlos Greco, respondió con una negativa. Como si fuera poco, esta semana se negó a recibir a los estudiantes y al centro de estudiantes de la facultad (Cehum) entre agravios e insinuaciones patoteriles, incluso empujando a un estudiante.


 


Los cupos impuestos al ingreso de estudiantes se inscriben en la profunda ofensiva contra la educación pública llevada adelante por Macri/Bullrich, y continúan la política de vaciamiento de las carreras públicas, que allanan el camino a una creciente privatización.


 


La tendencia a la privatización se pone también de manifiesto en el método de sostenimiento de la Unsam desarrollado durante la década de gobierno kirchnerista: la complementación de los fondos provenientes del presupuesto universitario con un presupuesto paralelo, formado por convenios con el Estado y empresas privadas, así como también con posgrados pagos –que tanto el rector como los decanos utilizan para aumentar sus propias arcas.


 


La precarización del presupuesto kirchnerista es ahora utilizada por Macri para profundizar una orientación privatista en la educación. Frente al ajuste, el rectorado de la UNSAM no abre la boca. Finalmente, el plan de tanto de Greco como de Carlos Ruta, rector de la universidad, es que Macri siga teniendo en cuenta a la Unsam para futuros convenios que les permitan llenarse los bolsillos de plata. Claramente los acuerdos con el gobierno tienen como eje convertir a la educación en un negocio rentable desde la óptica capitalista. Esta orientación choca de lleno con los intereses de los estudiantes y trabajadores, que finalmente son los bochados por la universidad.


 


Desde La Caldera en el Cehum planteamos que el centro convoque al conjunto de los estudiantes, sin distinción de carreras, para levantar un pliego de reivindicaciones y elaborar un plan de lucha que quiebre el ajuste en nuestra universidad, que ligue nuestros reclamos a la defensa de los docentes en lucha.