En la Universidad Nacional de Mar del Plata, para el 14 de agosto pasado estaba convocada la Asamblea Universitaria (máximo órgano de la universidad) con el propósito de reformar los Estatutos. El rector, Gustavo Daleo (“progresista”), disfraza la reforma con el discurso de querer la elección directa de autoridades, pero también implica, entre otras cosas, el ingreso de la Ley de Educación Superior, la departamentalización de las áreas, la rebaja de la representación estudiantil en los órganos de co-gobierno y el arancelamiento de la universidad.

Ante la noticia de la convocatoria, se llevó el debate a la Federación Universitaria, donde se enfrentaron dos posturas: dejar que sesione, intentando intervenir en caso de que la reforma “sea negativa”; y nuestra postura, que era impedirla con piquetes. Finalmente ganó esta œltima, al reconocer que la Asamblea no iba a sesionar en pos de defender la universidad pœblica y gratuita y mucho menos en función de los intereses de los estudiantes (ya que nuestros no-representantes en ella son, por ahora, de la Franja Morada).

A pesar de que el hecho de estar en vacaciones de invierno atentaba contra la posibilidad de movilizar al estudiantado, realizamos piquetes con cien compañeros (y el apoyo del gremio no docente-APU) en todas las puertas del Aula Magna (donde la Asamblea debía sesionar).

Si bien los asambleístas no podían entrar, buscaban la forma de acreditarse, para poder sesionar a cualquier hora. Estos mismos asambleístas que querían reformar a espaldas de los estudiantes, sin ninguna verguenza, nos acusaron de antidemocráticos; el mismo rector dijo no entender ” lo que quieren estos pibes”.

Pero al calor de las gomas y al grito de que se vayan todos, impedimos la acreditación y finalmente el rector, ante la presión, decidió no sesionar.

Es esta una victoria para los estudiantes marplatenses. Dentro de quince días, cuando vuelva a llamarse a Asamblea, vamos a impedirla nuevamente y no vamos a parar hasta que movilicemos a todos los estudiantes.

Para que se vayan Daleo y sus secuaces, por la elección directa de autoridades.

La UJS llama a organizar un Congreso Estudiantil, que resuelva un plan de lucha por la derogación de la Ley de Educación Superior y de la Ley Federal de Educación en todo el país, por el aumento del presupuesto educativo, por las becas, el boleto estudiantil y para que junto a los trabajadores nos movilicemos para que se vayan Duhalde y el FMI y el poder pase a una Asamblea Popular Constituyente.