Universidad
22/9/2024
Exactas, las elecciones y la segunda Marcha Federal Universitaria
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Facultad de Ciencias Exactas
Hace apenas dos semanas finalizaron las elecciones de la Universidad de Buenos Aires (UBA) dejando un cuadro político en la Universidad que hay que analizar para ver cómo avanzamos hacia la construcción de una segunda marcha universitaria. Esta nota pretende plantear algunos puntos sobre esto.
En primer lugar, las elecciones fueron un reflejo del estado actual del movimiento universitario. Ese movimiento rompió el congelamiento del gobierno de Javier Milei con una movilización masiva, pero que las autoridades han tutelado a su favor, levantando la emergencia presupuestaria en mayo. Las direcciones sindicales y estudiantiles emparentadas con estas autoridades (tanto peronistas/kirchneristas como radicales), colaboraron con esto, lo que es lo mismo que decir que luego que el vicerrector y dirigente radical Emiliano Yacobitti y compañía levantaron la emergencia y las convocatorias, estas direcciones lo aceptaron sin un cuestionamiento práctico, sin siquiera amagar con seguirla.
En las elecciones, esto se vio traducido en un reforzamiento de los bloques de las autoridades. En primer lugar el Rectorado, emparentado con la Franja Morada (Espacio Exactas), tuvo avances importantes en nuestra facultad, en Vete y en Filo, y se hizo con el centro de estudiantes de Farmacia, en un frente con la agrupación peronista Sinapsis. Sin embargo, perdió dos centros de estudiantes, Fadu y Sociales, ambos a manos de un frente de agrupaciones kirchneristas/peronistas, alineadas con otra parte de las gestiones (incluyendo las de esas dos facultades).
Las elecciones en Exactas
En nuestra facultad se impuso Identidad (La Cámpora) con un porcentaje similar al 2022, aunque con 700 votos menos. La gran novedad de la elección fue el retroceso del FEM (Patria Grande), la agrupación de la gestión de la facultad, que perdió el segundo lugar con Espacio Exactas (Franja Morada), que triplicó su elección anterior (en una elección 1.000 votos más chica). Este retroceso se agranda sobre la base de la expectativa que tenía esta agrupación de pelear la conducción, y que en la elección de Consejo Directivo tuvo que ser rescatada de perder su minoría por La Cámpora, que llamó a votar por ellos para que ese consejero no quedara en manos de Espacio Exactas.
En el caso de la izquierda, hizo una elección muy parecida a la del 2022, pero de manera dividida, en cuatro listas. Esto fue percibido negativamente, y sin duda restó fuerza a la performance. Esto se debió a que en la hora final del cierre de listas, el PTS decidió romper la lista de unidad (en simultáneo con Medicina).
El avance de la Franja debe alertarnos, puesto que es la fuerza del Rectorado, responsable de haber levantado la emergencia en mayo y que dirige la UBA como un gran negocio, avanzando mediante acuerdos con el sector privado o el ingreso a la Coneau (comisión de evaluación y acreditación universitaria) hacia la privatización. También es la misma fuerza política (UCR) que le dio los votos en Diputados (con foto y asado incluido) a Milei para garantizar el veto a los jubilados. ¿Los dará también cuando el gobierno quiera vetar la ley de presupuesto?
Sin embargo, esto no debe hacernos olvidar que el FEM e Identidad también son fuerzas de las autoridades universitarias. De otro bloque político, sí, pero con la misma perspectiva de defensa de los negocios e intereses capitalistas en cuanto a la política universitaria. Por eso los decanos peronistas, incluyendo al de Exactas, Willy Duran (del cual es tributario el FEM), votaron aquella vez junto a los radicales, y en las universidades donde dirigen se manejan igual.
La elección estuvo marcada por una pactada despolitización en el caso de las agrupaciones principales. Identidad solamente sacó a relucir la gestión del centro, haciendo énfasis en sus servicios, tales como tener el café más barato. Es una campaña similar a la que hace Franja Morada allí donde dirige. El FEM, por su parte, intentó presentarse como “independiente”, que podía “gestionar” mejor el centro. Quedó claro en la retórica de la campaña que ambas agrupaciones del bloque peronista no se juegan a fondo contra el plan de Milei, sino que explícitamente buscan la despolitización y presentarse como una gestión necesaria en tiempos de ajuste, en vez de discutir cómo nos organizamos contra el mismo. Esta es una razón central para el crecimiento de la Franja en nuestra facultad. Además, la menor cantidad de votantes expresa una campaña que no interpeló a amplias capas del estudiantado, en un año de lucha universitaria.
Para la izquierda queda planteada la tarea de convertirse en una alternativa política al CECEN de gestión. Esto lo vamos a lograr explicando la necesidad de la independencia política como bandera fundamental para organizarnos en defensa de la Universidad, uniendo nuestra lucha con la de quienes enfrentan día a día a Milei, como los jubilados, los sindicatos combativos o el movimiento piquetero. Para esto, es necesario superar el sectarismo y el foco en la autoconstrucción, dividiendo el campo de la independencia política.
Ahora vamos por la segunda marcha universitaria
Con este balance tenemos que salir a dar una lucha clara: la construcción de una segunda marcha universitaria, que el 2 de octubre no sea solamente una concentración sino un paro activo de toda la universidad, y un canal para que se expresen quienes quieren poner freno y derrotar el plan de ajuste del gobierno.
Para defender esta perspectiva, hay que desconfiar de las autoridades universitarias, que nuevamente se van a calzar la camiseta de la lucha contra el gobierno, pero vienen de pactar con él en mayo, así como de acompañar como fuerza política el veto a los jubilados. Construyamos una dirección de docentes, estudiantes y no docentes en esta pelea, para darla hasta el fin.