Ante el 36° Congreso de la Federación Universitaria de Córdoba, desde la Unión de Juventudes por el Socialismo-PO denunciamos que se trata de congreso totalmente vaciado para convalidar el ajuste educativo que vienen aplicando tanto el gobierno nacional de los Fernández como la camarilla privatista de Juntos por el Cambio que gobierna en la UNC.

El rol que tendrá este Congreso de la FUC será discutir la mejor manera de sobrevolar pacíficamente la crisis educativa que sobrevendrá con el pacto con el FMI, del que morados y bisagras son cómplices inocultables, como lo son sus partidos y coaliciones a escala nacional.

Una crisis que coloca a la educación superior en la primera fila del pelotón de fusilamiento de las políticas fondomonetaristas, como queda expresado en el recorte presupuestario estipulado para 2022 de $34.000 millones, un 6,2% menos, siendo incluso crédulos ante el mentiroso índice inflacionario del año que viene subestimado groseramente por el gobierno nacional.

La Franja Morada y La Bisagra vienen dejando pasar uno a uno todos los presupuestos de ajuste de todos los gobiernos, y, en la rebelión educativa del 2018 no dudaron en boicotear las medidas de lucha o incluso acudir a la formación de patotas que fueran al choque cuerpo a cuerpo contra estudiantes para enfrentar las ocupaciones pacificas de los pabellones, votadas democráticamente en asamblea.

El peronismo schiarettista, pese a haber canalizado un voto de rechazo a las dos variantes tradicionales y colocarse como segunda fuerza en la UNC, no representará ningún mandato distinto. Su política, está probado en la propia gobernación de la provincia, es la de aplicar ajustes violentos contra estudiantes y trabajadores.

Una cuestión clave que el Congreso no abordará es el procesamiento de los 27 estudiantes perseguidos por la Justicia y el gobierno por haber participado en la ocupación del Rectorado en el estudiantazo del 2018. Resulta que, para el gobierno y la oposición de derecha, es decir para La Bisagra y Franja Morada, reprimir las luchas obreras y populares es una cuestión central, no puede haber ajuste sin represión. Es la misma situación que se vive con la condena a César Arakaki y Daniel Ruiz, por haber participado del levantamiento popular de diciembre de 2017 contra el robo jubilatorio de Macri.

Por estas razones llamamos a la mayor autorganización estudiantil en toda la universidad, porque solo en esa perspectiva se inscribirá el objetivo de la recuperación y democratización de nuestros organismos gremiales. Debemos preparar un plan de lucha en serio, en defensa de la educación superior frente a la profundización del ajuste que tenemos por delante.

El camino de la acción directa y movilizaciones permanentes que encararon durante estos dos años las juventudes piqueteras argentinas marcan el paso a seguir, lo mismo que las conmovedoras juventudes protagonistas de las primeras líneas de combate en las rebeliones latinoamericanas del último tiempo. En ese camino, construyamos la unidad con la clase obrera, para avanzar en todas nuestras demandas.

Defendamos la educación pública. No al recorte presupuesto. Fuera el FMI. No al pago de la deuda externa usuaria. Repudiemos y exijamos la absolución en el juicio contra la lucha estudiantil del 2018.

Pongamos en pie un masivo movimiento estudiantil independiente de los gobiernos, democrático y de lucha, en unidad con la clase obrera y los movimientos populares.

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