Universidad

11/5/2016|1410

Filosofía y Letras, tomada

En la universidad, la verdadera grieta coloca a los estudiantes, docentes y no docentes de un lado, y a las autoridades y el gobierno del otro. Con tomas, cortes, clases públicas y movilizaciones masivas, podemos derrotarlos.


La lucha docente y estudiantil dio un nuevo salto con la decisión de tomar la facultad con clases públicas desde el lunes (ver http://www.po.org.ar/prensaObrera/online/juventud/filosofia-y-letras-tomada-dia-1). Durante el martes, la primera jornada completa con la facultad tomada, las clases públicas se multiplicaron por decenas en cada franja horaria, y realizamos un exitoso corte en Rivadavia y Puán. Las manifestaciones de apoyo por parte de estudiantes, docentes, no docentes e incluso de periodistas y vecinos no paran de crecer.


Un hecho destacable de la jornada fue el papel jugado por el kirchnerismo, que gobierna la facultad. La gestión de Morgade se vio obligada a suspender la sesión de Consejo Directivo, y en cada comunicado se evidencia la intención de no confrontar con medidas que producen una inmensa adhesión. Sin embargo, en la votación del presupuesto del Consejo Superior se abstuvieron; y más clarificador fue lo sucedido en el Consejo Directivo de Filo semanas atrás, donde impugnaron nuestro proyecto de rechazar el presupuesto de ajuste. Es un “aporte a la gobernabilidad” de Macri y Barbieri, como los de los senadores del FPV que votaron el Pacto Buitre o la burocracia sindical que deja pasar los despidos y las paritarias a la baja.


Esto en nombre de solicitar una partida presupuestaria extra, es decir, en el sentido de los 500 millones anunciados por Macri la semana pasada que representan el 1% de aumento. Sucede que “reivindican” el presupuesto aprobado por el Congreso el año pasado, enviado por Axel Kicillof. Con ese monto, los docentes ad honorem seguirán sin cobrar, los estudiantes seguirán sin becas, y el edificio seguirá en caída libre. Mientras tanto, seguirán haciendo negocios con el Laboratorio de Idiomas, en lugar de garantizar la gratuidad de todos los contenidos, y negándose a financiar las becas de apuntes. La suspensión del Consejo procura evitar que emerjan estas reivindicaciones, que los delatan como parte del régimen ajustador.


El trabajo sucio de atacar la toma fue ejecutado por las agrupaciones estudiantiles kirchneristas, agrupadas en el FUP. Junto a Patria Grande, fueron los únicos que se opusieron a la medida en las asambleas, reclamando el “normal funcionamiento” de la facultad, e incluso emitieron un comunicado para despegarse de la misma. El parloteo sobre la “unidad” es un llamado a cerrar filas con la gestión, mientras despotrican contra la unidad efectiva y en la lucha de los estudiantes y trabajadores que defienden la educación pública. Actúan en tándem con las direcciones de la Conadu Yasky (Feduba) e incluso la Fedun de Moyano, que junto a rectores y autoridades universitarias quieren restringir la movilización del jueves al Palacio Pizzurno, evitando colocar la responsabilidad en el centro del poder político. Se trata de quienes entregaron la paritaria docente por 18 meses por un lado, y los que se juntaron con Macri para celebrar la migaja de los 500 millones, por el otro. Nuevamente, los compromisos con el régimen actúan como un freno a la lucha.


La enorme asamblea que cerró la jornada, que fue la más grande del año, rechazó este operativo bajo la premisa de que para derrotar el ajuste de Macri y las autoridades es necesario llevar nuestra lucha a fondo. Resolvimos continuar la toma hasta el jueves para concurrir masivamente a la movilización y participar del acto en Plaza de Mayo junto a la Fuba y la Conadu H. A su vez, replicaremos el corte de Rivadavia el jueves a la mañana llamando a todos los centros de estudiantes a producir una rebelión educativa.


En la universidad, la verdadera grieta coloca a los estudiantes, docentes y no docentes de un lado, y a las autoridades y el gobierno del otro. Con tomas, cortes, clases públicas y movilizaciones masivas, podemos derrotarlos.