El Consejo Directivo de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA aprobó en el día de ayer dictar un cese de actividades para movilizar al conjunto de la comunidad educativa de la Facultad a la próxima sesión del Consejo Superior de la universidad –sin fecha aún–, en reclamo de rentas para los docentes ad honorem de la cátedra Teoría de los Medios y la Cultura (TMC) y la carrera de Edición.

 

Presentado por la UJS-Partido Obrero (en representación de la mayoría estudiantil de la izquierda en el Consejo Directivo), el proyecto fue aprobado por unanimidad.

 

TMC es una cátedra donde el 80% de los trabajadores docentes son ad honorem, habiendo casos de docentes con 8 años de trabajo sin salario. Es una de las expresiones más agudas de la inmensa precariedad que tiene la planta docente de la facultad de Filosofía y Letras (solamente en Edición, 7 de cada 10 docentes están en condición de ad honorem).

 

Desde la cátedra vienen desarrollando hace varios meses un plan de lucha por sus rentas, con el cierre de comisiones, movilizaciones al Consejo Superior e inclusive clases públicas para visiblizar el conflicto.

 

Se trata de una situación desesperante donde el rectorado de la UBA y el decanato de Facultad se van pasando una a otro la pelota sin ofrecer ninguna salida al problema.

 

Visto en su conjunto, el caso de TMC es el resultado del fracaso de una política de “reparto de la miseria” que ha caracterizado la gestión de la kirchnerista Graciela Morgade en estos 4 años. Esta política de adaptación a la miseria presupuestaria de la universidad ha estado en la base tanto del cercenamiento de derechos laborales como de la restricción de la oferta horaria.

 

La última respuesta del rectorado –dilatar el tema de los salarios para Edición en función de la definición del presupuesto 2018– es una zanahoria cuyo único propósito es el de desgastar la lucha docente y aislar el conflicto.

 

Ante esta respuesta política que constituye una agresión a todo tipo de derecho laboral, los docentes y estudiantes de la facultad tenemos que salir a responder con virulencia. En este sentido, llamamos a preparar una amplia difusión del conflicto de TMC en cada cursada y en cada espacio de la facultad, con vistas a que en la próxima sesión de Consejo Superior seamos miles los estudiantes y docentes de Filosofía y Letras presentes reclamando en las puertas del rectorado la solución inmediata a este problema.

 

¡Basta de docentes sin salario!