Universidad

30/3/2024

 Gran asamblea en Sociales de la UBA: ¿Cómo la seguimos?

Más de 500 asistentes el martes 26/3.

El gobierno de Javier Milei continúa con su brutal ofensiva sobre la universidad. El anuncio del congelamiento del Presupuesto 2023, levemente atenuado con el posterior anuncio del aumento del 70% -frente a una inflación interanual de más de 250%- lleva a las universidades al borde de la quiebra.

La conmoción política y el rechazo a esta ofensiva están generando un gran impacto en toda las universidades del país. Con más de 500 asistentes el martes 26/3 tuvo lugar la primer asamblea del Centro de Estudiantes de Ciencias Sociales de la UBA desde 2022, y siendo sin lugar a dudas la más concurrida en años. Con la participación de numerosos estudiantes y el saludo de gremiales docentes, no docentes y representantes de luchas (como la de los trabajadores de Aerolineas Argentinas, Télam, trabajadores de reparto o el Incaa) se votó un primer plan de lucha para enfrentar el brutal ataque de Milei hacia la universidad. A su vez, puso fecha a la realización de una segunda asamblea para el 23/4.

https://www.instagram.com/reel/C5CQKRuvPsX/?igsh=aGJuNmkxZ3o4azQ2

Saquemos a Sociales a la calle: plan de lucha hacia la gran movilización educativa

La burocracia sindical de numerosos gremios docentes y no docentes dilata la convocatoria de una gran movilización educativa. Es evidente que están alineados con distintos sectores de las autoridades universitarias peronistas y radicales, sectores que siguen apostando por una negociación por lo bajo con el gobierno, que sin poner en discusión el trazo grueso del ajuste les permita alcanzar los recursos básicos y de esa manera sostener el conjunto de negociados que estas llevan adelante en la universidad. El choque que estas tienen con Milei no se limita a una cuestión presupuestaria sino que está en discusión el papel que las propias camarillas universitarias tendrán en un esquema en el que el gobierno buscará avanzar hacia una privatización de la universidad.

En ese cuadro, el plan de lucha votado en unidad apunta a ser un primer paso que saque de su parálisis al movimiento estudiantil. Las medidas deben ser entendidas entonces como un primer paso para darle un mayor cuerpo, masividad y contundencia a una lucha que tendrá que radicalizarse a medida que pase el tiempo, luego de años de parálisis de los centros de estudiantes a partir de la cooptación llevada adelante por las autoridades universitarias, tanto del bloque del rectorado (integrado por la UES) o del decanato (integrado por la 15).

Como primer paso la asamblea votó impulsar un ruidazo el 4/4 en la facultad, para luego en el marco del paro docente impulsar un cacerolazo el 11/4 en las inmediaciones de la misma. A su vez expresó su solidaridad y compromiso con el reclamo salarial de la docencia y trabajadores no docentes, y también con el conjunto de las luchas obreras en curso, como la impulsada por el movimiento piquetero por los comedores populares, la lucha contra el cierre de Télam y el Incaa, entre tantas otras.

Frente único de lucha sí, integración a las autoridades no

Aunque el principal condicionante de la situación de la facultad sea el ajuste llevado adelante por Milei, no puede obviarse que esta también está atravesada por una brutal disputa por los recursos entre los sectores de las autoridades universitarias enfrentadas entre sí. Ocurre que que frente al ahogo presupuestario hay menos condiciones para acuerdos en las que ambas partes puedan considerarse parcialmente conformes, profundizando el reparto desigual de recursos existentes.

De esta manera las autoridades universitarias buscan convertir a los centros de estudiantes en un ámbito más de su disputa. El caso de nuestra facultad no es ajeno. Mientras la UES y la Franja Morada son la punta de lanza del bloque del rector Gelpi, la 15 integra la gestión de la decana Ana Arias. Estos bloques buscan encubrir el papel de las autoridades universitarias en el ajuste actual. El caso de nuestra facultad es ilustrativo: luego de publicar una declaración sobre la emergencia presupuestaria y pretendiendo colocarse a sí misma como defensora de la educación pública, la gestión de Ana Arias anunció un brutal ataque a les trabajadores no docentes intentando descargar la crisis de la facultad sobre sus trabajadores. La impostura de querer presentar a este bloque como un elemento progresivo llega a tal punto que pareciera ser que para “defender la educación pública” el camino es sacarle los útiles escolares a les hijes de laburantes. Esta situación contó con el silencio cómplice de la UES.

Esto no quiere decir que el movimiento estudiantil no deba servirse del choque circunstancial que tienen las autoridades con el gobierno. Frente a la intransigencia de Milei las autoridades universitarias se ven a obligadas a luchar por recursos propios, excediendo la negociación por lo bajo y recurriendo a medidas de fuerza; son movilizaciones y otras instancias en las cuales debemos participar y lograr la mayor unidad de acción, pero defendiendo la mayor independencia política y  advirtiendo que para triunfar este proceso de lucha debe ser dirigido por el movimiento estudiantil independiente y no por los funcionarios estudiantiles de distintas gestiones universitarias.

La propia existencia de la asamblea fue una lucha en sí misma: en estos últimos seis años la conducción del centro convocó una asamblea a inicios del cuatrimestre en 2022 y con todo tipo de maniobras para vaciar su participación, y por eso las únicas instancias de deliberación existentes a lo largo de 2023 fueron asambleas autoconvocadas: en el primer cuatrimestre para enfrentar el fraude en la Fuba y la autoextensión de los mandados de los centros; en el segundo a partir del triunfo de Milei -impulsada por todas las secretarías del Cecso a excepción de la UES.

https://www.instagram.com/p/C5BvLLhOqy0/?igsh=b3Q0OHdnZ3VhOXlo

Incluso en el marco de la ofensiva de la brutal ofensiva de Milei, la UES pretendía tener un inicio de clases sin convocar. Frente a la presión de las distintas corrientes y sobre todo de estudiantes en las cursadas, la conducción se vio rápidamente obligada a reciclar y enviar un mail a la directiva colocando la posibilidad de convocar una asamblea sin fecha.

La existencia de una potencial asamblea autoconvocada el jueves sirvió como un factor de presión hacia la conducción. Desde la UJS advertimos desde un principio que frente a una crisis de la magnitud que estamos atravesando no da lo mismo bajo ninguna circunstancia contar con las herramientas del centro de estudiantes o no, dando una lucha política brutal por todos los cursos, juntando firmas y siendo un factor de presión para lograr que la asamblea tenga ese carácter.

El camino de la 15, y en particular de La Mella, fue el contrario: siendo inminente la convocatoria por parte de la conducción a partir de una gran presión, buscaron sostener hasta último momento su propia convocatoria.

Esta política divisionista por parte de la 15 nada tiene de inocente: buscaba colocar la asamblea en un terreno de disputas entre las autoridades universitarias, no para poner en pie un plan de lucha o un campo de intervención sino para lograr el copamiento del Cecso por parte de la gestión y  convirtiendo la instancia en un acto electoral adelantado.

Esta política divisionista puede verse en distintas publicaciones de su espacio o en su propia pasada por cursos, y solo fue revertida a partir de constatar entre les estudiantes que estos compartían el diagnóstico de la necesidad de una asamblea propia del Cecso. Desde la UJS pudimos ser una expresión de esta posición y dimos una lucha política hasta el final.

Nuestra intervención en la asamblea buscó expresar la necesidad de unificar acciones de lucha, pero delimitando campos e intentando construir un campo de independencia política que permita a les estudiantes recuperar la herramienta del Cecso para dar esta pelea a fondo y sacarla de su situación actual de parálisis por parte de la UES.

Por una gran huelga educativa para derrotar a Milei

Mientras entre 2016 y 2024 hubo tan solo dos asambleas del Cecso (tampoco la 15 convocó siendo conducción entre 2018-2019), iniciamos 2024 con dos asambleas en un mes. La segunda deberá servir como un balance del plan de lucha votado por la primera, y también como un termómetro para medir la capacidad de impulsar medidas más contundentes.

En este sentido no se puede ignorar que el campo de la independencia política dentro del cual formamos parte, junto con la izquierda, sigue teniendo un carácter minoritario. Así lo expresó la votación de mociones divididas en las que la 15 logro imponer sus posiciones. Sin embargo la nueva situación política, los desplazamientos y la intervención de un movimiento estudiantil abren la posibilidad de que les estudiantes podamos superar el copamiento de las autoridades al Cecso y recuperar su carácter independiente y de lucha.

Esta tarea de primer orden será el resultado de la pelea por poner en pie de un movimiento de lucha real y genuino, siendo necesario tomar con fuerza las acciones de lucha votadas y llevarlas hasta el final.

La marcha federal educativa a ser convocada por los gremios docentes y no docentes debe ser masiva para convertirse en un gran punto de inflexión que permita poner en pie un verdadero movimiento de lucha que logre impulsar una gran huelga de para derrotar a Milei y defender la universidad.

https://prensaobrera.com/politicas/este-6-abril-veni-a-las-asambleas-abiertas-del-po-para-luchar-contra-milei

https://prensaobrera.com/sindicales/por-una-lucha-contundente-contra-la-sangria-en-el-estado