Este viernes terminaron las elecciones de centro de estudiantes en la Facultad de Humanidades, y con ellas la última de la UNMdP (Universidad Nacional de Mar del Plata). Salió victoriosa con 508 votos (42%) la lista “Humanidades ¡a la lucha!”, compuesta por estudiantes autoconvocadxs, algunas asambleas por carrera, la UJS-PO, Nuevo Mas, Colectivo Mundo x Ganar y Hagamos lo Imposible. En segundo lugar quedó “Humanidades x el Proyecto”, con 461 votos, perdiendo el centro luego de tres años de conducción y retrocediendo más de 200 votos con respecto al año pasado.



Durante el proceso de tomas y movilizaciones, el papel frenador de “Humanidades x el Proyecto” pudo verse mucho más claramente. Su orientación, que de la mano de ADUM (gremial docente perteneciente a Conadu K) y la decana fue en el sentido del boicot a las enormes movilizaciones y asambleas interfacultades, les terminó costando muy caro. Como contraste, la izquierda que fue protagonista del proceso en toda la UNMdP, y en el caso de Humanidades también con las asambleas por carrera, salió claramente fortalecida por haber impulsado activamente el proceso con festivales, asambleas inter facultades y grandísimas movilizaciones.

La rebelión educativa arrojó la necesidad de unir fuerzas junto con el activismo, agrupado mayoritariamente en las asambleas por carrera, y las organizaciones que ya el año pasado habíamos hecho una importante elección con “Izquierda en lucha”. En ese sentido es que discutimos un programa claro en defensa de la educación pública, contra el ajuste de Macri y el FMI y con independencia política tanto de los gobiernos como de las autoridades universitarias. Acá radica la mayor fortaleza del frente.



Este resultado –sumado a los obtenidos en el resto de las facultades- ha permitido también un incremento de los delegados del bloque de izquierda en la Federación.

La nueva conducción del centro ha debutado luchando, con una actividad del frente contra el presupuesto de miseria de Macri y los gobernadores. Por este camino de lucha vamos a abrir paso a un movimiento estudiantil que enfrente el ajuste.