La semana pasada se desarrollaron las elecciones a dirección de la Escuela de Historia de la Facultad de Humanidades y Artes de la UNR, y de representantes estudiantiles para su comisión asesora.

Con 216 votantes, en primer lugar obtuvieron 2 asesores estudiantiles la lista del peronismo y las autoridades de la facultad con 84 votos (Historia Popular/Oktubre), en segundo lugar obtuvo una asesora la lista del Pampillón/Patria Grande con 60 votos (Historia desde Abajo) y en tercer lugar la lista de la UJS-PO –este año en frente con la Juventud Socialista-MST–, encabezada por nuestra compañera Miru Bagalá de la UJS, obtuvo una asesora con 43 votos, renovando el puesto obtenido el año pasado cuando la UJS lo había conquistado solo por su cuenta. La lista que quedó sin representante estudiantil fue la lista presentada por En Clave Roja-PTS, con 27 votos.

Por otra parte, la dirección de la carrera ganó la lista A Contrapelo (centroizquierda) con 147 votos, frente a la lista del peronismo y las autoridades de la facultad (Construcción Intercátedras), que se presentó por primera vez y sacó 110 votos. De esta manera, Laura Luciani se convierte en la nueva directora de la Escuela de Historia, siendo la continuidad de un mismo grupo político que dirige la carrera hace más de 35 años y que hace 20 que era el único que se postulaba.

Las elecciones se produjeron en el marco del fuerte ajuste del gobierno de Massa y CFK a la educación, que se expresa en las malas condiciones edilicias, en la falta de recursos y en el salario docente más bajo de los últimos 18 años. A esto se le suma la amenaza latente de profundizar ese ajuste por parte de todos los candidatos de la política capitalista, con Milei en el extremo más reaccionario planteando incluso la privatización de la universidad y el cierre del Conicet.

Las campañas

La campaña del peronismo se enfocó casi totalmente en la dirección de la escuela, dejando a las asesoras estudiantiles en segundo plano y priorizando instalar a la candidata de la gestión. Para esto, buscaron recubrirse de proyectos y academicismo, apuntando a un voto sin criticar al gobierno del cual son parte, así como tampoco a las autoridades de la Franja Morada, con las cuales tienen una alianza. El Pampillón, por su parte, también buscó el voto más academicista sin ninguna denuncia al ajuste educativo que estamos viviendo y continuando la política de inacción que ya tienen en su conducción del Centro de Estudiantes.

De nuestra parte, desde la “Lista de Marx” colocamos la lucha por todos los reclamos educativos en oposición al ajuste y la necesidad de tener asesores independientes en defensa de la Carrera de Historia, contra la privatización y el recorte de los contenidos, que ya está planteado en Consejo Superior con la resolución mediante la cual las carreras que reformen sus planes de estudio no pueden durar más de 4 años. Este es el camino que pretenden las autoridades de la Franja Morada y el peronismo para liquidar la educación, bajo la excusa de que la gente “necesita recibirse más rápido”.

La solución que proponen es la degradación de los títulos a tecnicaturas, a ciclos básicos comunes con “créditos” y la privatización de los contenidos. Como está pasando con la carrera de Bellas Artes, Música, Gestión cultural y ahora vienen por las humanísticas.

La izquierda en Historia

A su vez, la campaña de la UJS tuvo un programa enfocado en las necesidades materiales más urgentes del estudiantado de historia: la necesidad de una doble banda horaria para que todos puedan cursar, la necesidad de becas para fotocopias; así como también la pelea por una política real de preservación de los archivos y de trabajo en las cátedras.

Somos decenas de estudiantes lxs que sostenemos el vaciamiento educativo y científico con trabajo “ad honorem”: no hay recursos básicos como fibrones para dar clases y en los archivos faltan cajas, guantes y espacio para los documentos que se buscan preservar; en el mismo sentido, tampoco hay becas ni ningún tipo de remuneración para lxs estudiantes que desarrollan dichas tareas. Las autoridades deben garantizar recursos urgentes, y nuestra lista ha ido a fondo para defender esos reclamos.

Por otra parte, la lista de En Clave Roja-PTS, que decidió ir en soledad, no habló de política estudiantil en ningún momento, sino que se dedico a referirse a sus dirigentes nacionales planteando que eran “la lista de Bregman y Del Caño”, sin comprenderse del todo cuál era la vinculación que hacían entre estas referencias nacionales y la situación de vaciamiento que padecen lxs estudiantes en Humanidades. A su vez, su único argumento para votar su lista en lugar de la de la UJS-MST consistió en que “Vanina Biasi los había acusado de racistas”. Una izquierda totalmente desorientada y sin política estudiantil.

Lamentamos estos hechos, sobre todo dado que el año pasado, sumando los votos de todas las listas de izquierda hubiéramos quedado a solo 11 votos del peronismo, pudiendo proponernos disputarles la mayoría estudiantil en la carrera este año. Esto no sucedió dadas las mezquindades ya conocidas de lxs compañerxs.

Desde la UJS celebramos la conquista de esta asesora, fundamental para defender la carrera en los tiempos de ajuste que estamos viviendo. La lista de Marx va a estar dando la pelea, tanto en el plano ideológico, como por nuestras condiciones materiales más urgentes, siempre en defensa de la educación pública.

https://prensaobrera.com/universidad/milei-el-adoctrinamiento-y-el-ataque-a-la-militancia-universitaria/