Universidad

11/7/1995|455

Izquierda trucha hizo fracasar el Encuentro de Córdoba

Un “acuerdo” entre Patria Libre, el Mst y el Pts hizo fracasar el Encuentro del Movimiento Estudiantil, reunido en Córdoba el sábado pasado. En el camino quedó la tarea de debatir un programa y abrir una perspectiva de lucha para los miles de activistas frustrados por la política de la FUA. En su lugar se tramó un “acuerdo de organizaciones”, que exigía que los más de 1000 delegados presentes se limitaran a votar, sin discutir, una declaración “consensuada”.  La necesidad de evitar el debate se debe a que la mentada resolución no es otra cosa… que el programa oficial de Franja Morada.


Sin límites a la derecha


La “resolución acordada” se limita seis consignas vagas del tipo “unidad de los que luchan”; “defensa de la educación gratuita, laica, pública y popular”; “autonomía”; “aumento del presupuesto”; “unidad obrero estudiantil”. Son las mismas generalidades con las cuales la FUA reventó la movilización… “contra la ley”, para favorecer la variante que negocian los rectores radicales con el gobierno. La “resolución” ni siquiera caracteriza a la ley, es decir, a las fuerzas sociales que la motorizan: la banca mundial y el clero. Hasta Franja Morada denunció el interés del Banco Mundial en la aprobación de esta ley universitaria, lo que la deja a la izquierda de los “acuerdistas” que enterraron el Encuentro.


No hay en lo que decimos la más mínima exageración: las “nacionalistas” de Patria Libre condicionaron el “acuerdo” con sus amigos izquierdistas a que la reivindicación de mayor presupuesto no fuera acompañada de la exigencia del desconocimiento de la deuda y de un impuesto al gran capital. La omisión en la denuncia del clero es la expresión de un frente común igualmente amplio que va desde Menem y Alfonsín hasta el Pts y el  Mst. Sólo la Unión de Juventudes por el Socialismo distribuyó por escrito más de 700 ejemplares de una resolución, que denunciaba la contrarrevolución educativa y el oscurantismo clerical, o sea la mano de la Iglesia en la hechura de todas las leyes de educación.


Peor todavía es el reclamo vacío en defensa de la “autonomía”, que empalma con el planteo de la derecha radical y del propio menemismo. Para los rectores se trata de defender los privilegios reaccionarios que tienen las camarillas profesorales conforme a los actuales estatutos “autónomos”. Tales estatutos son una copia de los que fueran impuestos casi medio siglo atrás durante la Revolución Libertadora. Esa “autonomía” también la defiende el gobierno para facilitar que facultades y colegios se asocien “libremente” con las fundaciones del capital financiero. La “resolución” no sólo no se pronuncia contra esto sino que tampoco reclama el control estudiantil de los fondos, cuando ya está en marcha una frondosa red de financiamiento privado a las Universidades.


En la más pura línea de la hipocresía franjista, la “resolución acordada” rechaza el arancelamiento sin decir nada sobre los postgrados arancelados que ya existen y que se pretenden extender mediante el acortamiento de  las actuales carreras de “grado” (que se transformen así en  una suerte de cursos secundarios completamente descalificados). Un plan de esta naturaleza ya está en marcha en la UBA, cosa que se han ocupado de ocultar los redactores de la “resolución” de marras.


Sin “voluntad de pelea”


A la luz de todo lo señalado queda claro porqué  durante la semana previa al Encuentro, los suscriptores de semejante “programa” se ocuparon en declarar por todos lados que no tenían la menor intención de crear una FUA “paralela”. Lo que querían decir es que no tienen perspectiva o plataforma distinta a la de Franja Morada. Por eso trabajaron para liquidar el  Encuentro, impidiendo el debate de las ponencias. Ha quedado en evidencia que las limitaciones insalvables del “nacionalismo combativo” de los Patria Libre son la mismas que las del morenismo (Mst ó Pts).


El sabotaje del Encuentro fue cuidadosamente preparado, en particular  por el Mst,  que desde varios días atrás venía proponiendo como gran tarea del mismo impulsar… el petitorio de Franja Morada que reclama  al Congreso una “consulta” ciudadana  sobre la ley y que fue concebido con el único propósito de cubrir la desmovilización general con una juntada de firmas sin plazo y sin propósito.  El mismo método fue utilizado en su momento para reventar las manifestaciones de los jubilados y, más tarde, las de la Comisión de Energía Atómica y la de los investigadores del Conicet. Se trata, entonces, de una técnica muy elaborada que no desconocen ni Franja Morada… ni el Mst. La Unión de Juventudes por el Socialismo, por el contrario, llevó una resolución de repudio a la dirección de la FUA y a su política y al cretinismo desmovilizador del “movimiento” de juntada de firmas.


Para corroborar esta línea de sabotaje del movimiento estudiantil, la “resolución acordada” del Encuentro no se propone ninguna movilización. Luego de insinuar que la dirección de la FUA “no tiene voluntad de pelea”, los mentores de la “resolución” no han conseguido siquiera establecer esta diferencia con la FUA. La UJS, en cambio, propuso definir un plan de lucha con la aprobación de una JORNADA NACIONAL DE MOVILIZACION  y una camapaña para elegir CUERPOS DE DELEGADOS en todo el país.


Peor que en el Foro de San Pablo


Es claro que una “resolución” pro-franjista y encubridora del clero y del Banco Mundial, no podía ser sometida a una deliberación democrática. Por eso el Encuentro cordobés tuvo un bochornoso final cuando Patria Libre se opuso a que comenzara la reunión plenaria, donde precisamente correspondía discutir y votar sus resoluciones. Parece que los “huevos” que los “patriotas” reclaman acaloradamente en cada manifestación, no valen a la hora de una confrontación franca de posiciones. Más concretamente, PL exigió que el mentado plenario, que era el corazón de todo el Encuentro, se limitara justamente a la lectura y votación de una “resolución acordada”… sin que se abriera la lista de oradores. Semejante brutalidad sólo fue posible por el acuerdo del Mst y el Pts, una metodología que ni siquiera los democratizantes, represores y stalinistas se animaron a aplicar en el Foro de San Pablo.


Este “consenso” provocó el repudio de la totalidad de la masa independiente que asistía al Encuentro, emblocada con la delegación de la UJS,  que atronó el ambiente al grito de “asamblea… asamblea”. “Que cagada… esto se parece a la FUA en Mar del Plata” (en alusión a la reciente “asamblea” trucha que organizó la Franja con rectores favorables a la ley del gobierno y con características totalmente burocráticas, delegados digitados, etc.). Fue la consigna que coronó el final abrupto de la reunión cuando, luego de la lectura casi inaudible de la “resolución acordada”, sus firmantes provocaban la frustración definitiva del Encuentro.