Con un concentración en las puertas del Rectorado, el martes 12 les estudiantes realizaron su primera acción de lucha frente a la crisis educativa agravada por la cuarentena. 

La jornada había sido votada en asamblea, para reclamar ante la deserción masiva generada por la improvisada y precaria modalidad virtual impuesta por las autoridades, sin consultar a docentes y estudiantes.

La única medida que brindaron para afrontar la virtualidad fue la “liberación de datos móviles” de las casas de estudio, pero ello sigue sin solucionar el colapso de las plataformas -en este caso Pedco-, como tampoco la falta de computadoras y equipos, la extensión de la jornada laboral de la docencia, entre otros problemas.

Ante esta situación, el gobierno y las autoridades ni siquiera asignaron una partida presupuestaria para becas de contraprestación y ayuda económica para quienes no pudieron renovarlas por la suspensión de las mesas de marzo. 

Esto se combina con el hecho de que la juventud sufre de lleno el impacto de la crisis por la precarización laboral, agravando más la deserción. Es por eso que reclamamos el acceso automático e irrestricto a la Beca Progresar y su aumento hasta 10.000 pesos.

Frente a la inacción de la Federación Universitaria del Comahue, que responde directamente a las autoridades universitarias, el movimiento estudiantil debe continuar con sus instancias de deliberación y organización para pelear por sus reclamos. Es el camino que emprendieron en la provincia les docentes, ceramistas y los mineros de Andacollo.

¡Continuemos la lucha!