Universidad

31/10/2020

La Cámpora defiende el desalojo violento contra las familias de Guernica

Cría cuervos y justificarán represiones.

El desalojo violento protagonizado por el gobierno de Berni-Kicillof contra las familias de Guernica, deteniendo a más de 40 personas, entre ellas muchos compañeres de la juventud, que contó con el despliegue de más de 4 mil policías que avanzaron mediante balas de goma e incendiando las casillas de las familias empobrecidas, suscitó una fuerte indignación y debates en el conjunto de los sectores populares, y en particular en la juventud.

Miles de jóvenes, con expectativas en el kirchnerismo, se han topado con la verdadera cara represiva de los supuestos “nac & pop”. Hay un profundo sentimiento de impotencia y repudio frente a la violencia del Estado contra los más pobres.

La juventud “cuerva” de La Cámpora salió a la cancha a defender el accionar del gobernador Axel Kicillof. Responsabilizando a la herencia macrista, y exigiendo “más estado Presente”. Objetivamente se colocaron en el campo del ministro de seguridad bonaerense Sergio Berni, contra las familias reprimidas.

Los cuervos de la represión

El comunicado de los “Cuervos” es un acto de ficción y encubrimiento para justificar el accionar represivo del gobierno, que da preeminencia a los negociados inmobiliarios por sobre las necesidades y derechos de los que menos tienen. De manera nítida se puede observar que la defensa a ultranza de Berni al mando del ministerio de Seguridad Bonaerense y el aumento salarial a la policía posmotín tienen sus raíces en la necesidad de contar con las fuerzas represivas empoderadas para reprimir cuanta protesta social se manifieste, en una provincia con índices de pobreza en aumento, despidos, salarios a la baja y déficit habitacional.

El comunicado comienza planteando que el Estado es la mejor herramienta para garantizar derechos contra las inequidades del mercado. Y que entonces necesitamos más “Estado presente”. Sin embargo, en Guernica, desde un principio el Estado ha cumplido un papel clave, pero no en garantizar el derecho fundamental a la vivienda, a la salud y al trabajo de los vecinos; sino en la defensa de un gigantesco negocio sobre las tierras, a través de todo tipo de maniobras, campañas y manipulaciones. El “Estado presente” se ha encargado de deslegitimar la lucha por tierra, y de mentir diciendo que había menos vecinos en el predio.

El Estado estuvo muy presente amedrentando a las familias que se encontraban en el predio para que se vayan sin ningún tipo de solución al problema habitacional. Finalmente la presencia del Estado, a través de su brazo represivo, estuvo más que presente el pasado jueves para desalojar a las familias. Tenemos un Estado más que “presente” en defensa de la propiedad privada capitalista, garantizando el negocio de la especulación, y reprimiendo a la clase trabajadora. Pero La Cámpora no se contenta, quiere más.

Horas antes del desalojo, el “Estado presente” votó media sanción a un presupuesto de ajuste, dictado por el propio FMI. Que profundizará la crisis que viven los trabajadores y la juventud.

De manera demagógica atribuyen al gobierno un interés de garantizar el derecho a la vivienda mediante programas como el Procrear o el Plan de Vivienda de Kicillof y la creación del Ministerio de Desarrollo Territorial. Sin embargo, ninguna de estas medidas (ni en conjunto), han solucionado la crisis habitacional que afecta a más de 4 millones de personas.

Por su parte, la ministra de Desarrollo Territorial y Hábitat no ha cumplido más que el rol de criminalizar la recuperación de tierras mientras propuso como solución habitacional desarrollar políticas de control de natalidad y poblacional, pero no de viviendas. En el conurbano, el plan bonaerense “Suelo, vivienda y hábitat” de Kicillof no tiene certezas contundentes y su finalización recién será dentro de 3 años.

La Cámpora nos cuenta el cuento de que el gobierno actuó siempre en función del diálogo para atender la realidad de cada familia. Pero la realidad los desmiente: no solo fue Kicillof quien rompió la mesa de diálogo el día previo al desalojo sino que también previamente tuvieron la política de  extorsionar y amedrentar a las familias para que aceptaran las migajas que ofrecieron durante todo este tiempo. Las “soluciones temporales” que defiende La Cámpora como un logro del gobierno, son subsidios por 3 o 6 meses que  lxs vecinxs rechazaron porque no solucionan el futuro de las familias en este contexto de crisis.

Pero lo peor del comunicado está en el final. Allí no solo omiten la represión sino, lo que es más grave aún, la justifican de forma tácita, expresando que “no existen soluciones mágicas”. Sin embargo, las familias de Guernica no pedían soluciones mágicas, sino tierra y vivienda, con proyectos sólidos como el de la última propuesta que exige 30 hectáreas de tierra para la creación de 1.400 lotes, mediante la aplicación de la ley provincial 14.449, que indica que el 10% de las tierras de grandes emprendimientos inmobiliarios deben destinarse a programas comunitarios.

Está claro que las distintas políticas implementadas por el gobierno provincial y nacional para responder al problema habitacional fueron a todas luces un acto demagógico que no resolvió  el problema de raíz, y que refleja la ineptitud de un régimen y un gobierno que no pueden dar solución a un derecho primordial como lo es el acceso a la vivienda.

Juventud de funcionarios o juventud socialista ¿Dónde hay que estar parados?

El comunicado nefasto y mentiroso de La Cámpora habla directamente del rol de sostenimiento del Estado por parte de una agrupación creada desde las oficinas ministeriales. Sus jefes políticos le han encomendado el trabajo sucio de salir a defender en el movimiento estudiantil la represión del gobierno de Kicillof-Berni.

Este debate para les jóvenes es clave. El sometimiento de la juventud al Estado, su integración política a fondo, su cooptación, vuelve a la juventud impotente. Le quita el filo altamente revolucionario de la intervención juvenil en la lucha de clases.

La declaración de La Cámpora no debe sorprendernos. Defienden a muerte la intervención del Estado, que como decía Lenin, en última instancia es un destacamento de hombres armados que velan por el sostenimiento de la propiedad privada capitalista, en detrimento de las mayorías populares.

Desde la UJS y el Partido Obrero nos posicionamos en el campo de los socialistas y revolucionarios. Estamos en la vereda opuesta a La Cámpora. Convocamos y participamos activamente de la toma de Guernica, y de todas las luchas populares contra este régimen de barbarie. Pusimos el cuerpo el día del desalojo, donde compañeres fueron reprimidos y apresados, entre ellos Tatiana Fernández, presidenta del CENBA (Centro de Estudiantes del Nacional Buenos Aires). Peleamos en cada centro de estudiantes por organizar la solidaridad estudiantil con Guernica frente al silencio por parte de las conducciones peronistas. Pusimos los centros que dirigimos al servicio de esta lucha.

Para nosotres, el conjunto de la juventud debe tomar el ejemplo y levantar las banderas por las que lucho y cayó nuestro compañero Mariano Ferreyra: las banderas del socialismo, las banderas de la unidad entre la juventud y la clase obrera para enterrar definitivamente este régimen de opresión contra las masas laboriosas. En cada lucha popular es donde la juventud tiene que estar.

Le proponemos al conjunto de la juventud tomar nota de todo este debate, y sumarse masivamente a luchar por esta perspectiva de transformación social.

Viva la lucha de Guernica.

Que se vaya Berni. Kicillof es responsable por la cacería del día jueves en Guernica.

Llamamos a la juventud y todos los centros de estudiantes a pronunciarse por este reclamo fundamental, y a continuar apoyando la lucha de las familias sin tierra y vivienda.