Universidad
23/8/2001|718
La crisis universitaria reclama la huelga general
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La movilización universitaria contra el ajuste presupuestario entra en una etapa decisiva. Luego de la huelga general docente, de la no toma de exámenes y de la gran participación del movimiento estudiantil en las jornadas de cortes de ruta, el aparato de la Alianza está jugando todas sus fichas a levantar la huelga y pasar a medidas simbólicas.
Maniobra y autoajuste
Los consejos superiores de las universidades y las autoridades de las facultades son la vía de presión contra la docencia en huelga. Con la excusa burda de evitar que se vacíen las facultades proponen volver a las clases como si no pasara nada. Que este es un camino de derrota lo demuestran los seis ajustes anteriores y la experiencia catastrófica de la lucha de Aerolíneas.
En la UBA, por ejemplo, el argumento para levantar la huelga es que los salarios se pagaron sin recorte. Pero el recorte al presupuesto universitario terminará afectando los salarios.
La presión para levantar la huelga va acompañada por una política de autoajuste. En la Universidad de Córdoba, por ejemplo, se pretende cerrar el Hospital de Clínicas y colocar un arancel de 70 pesos mensuales. En las universidades no se están pagando los aportes patronales.
Organizar la huelga general
Los que están jugados a levantar la huelga pretenden ignorar la profundidad de la crisis. El propio gobierno admite que en los próximos meses el ajuste puede llegar al 30 ó al 40%, a lo que hay que sumarle el presupuesto adeudado a las universidades, que supera los 100 millones. El rector cordobés dijo que en octubre la universidad debe cerrar, y todos reconocen que van a la cesación de pagos. En este cuadro, la necesidad de organizar la huelga general es fundamental y dejará a contramano a los que hoy la quieren levantar.
La movilización del 22 de agosto, convocada por la FUA y las dos Conadu, es para muchos la posibilidad de dar un cierre decoroso a la movilización universitaria. Pero para el movimiento estudiantil piquetero que corta rutas, para los docentes que no tomaron exámenes, para la Conadu Histórica; en definitiva, para todos los que estén empeñados en ir hasta el final, debe ser la oportunidad de una gran movilización de masas para impulsar la huelga general hasta la derogación del recorte y la libertad de los compañeros presos.
La UJS y el Partido Obrero llaman a seguir el ejemplo de los docentes de Suteba. Hagamos como los piqueteros. Realicemos asambleas generales con estudiantes, docentes y no-docentes en todas las universidades para organizar y centralizar el movimiento de lucha. Por asambleas universitarias que elijan autoridades comprometidas con la organización de la lucha y la derogación del recorte. Por la unidad con todo el movimiento piquetero. Por la huelga general activa en todo el país. Esta política está dictada por la experiencia de las últimas grandes luchas de los explotados.