Universidad

8/5/2022

La elección de la decana Ana Arias en la Facultad de Sociales de la UBA

Continúa el espacio político que ajusta el presupuesto.

La nueva composición del Consejo Directivo de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA votó el viernes 6 de mayo como decana a Ana Arias, militante histórica de La Cullen, agrupación que dirige la carrera de Trabajo Social hace 20 años.

Ana Arias expresa la continuidad del espacio político conformado por la decana saliente Carolina Mera, que se caracterizó por atacar constantemente las condiciones de cursada y trabajo de Sociales, vía ajuste presupuestario. Este espacio representó la incapacidad política de afrontar una situación de ajuste general contra la universidad, que lleva adelante un gobierno al cual ellos apoyan, y también de dar una pelea al interior de la UBA por arrancar un mayor presupuesto al rectorado de la universidad, cuya política de asfixia mediante una subejecución presupuestaria constante perjudica día a día a Sociales. Por eso no hay obras en el edificio, ni nuevos nombramientos docentes, ni un comedor, ni una oferta horaria adecuada para promover el acceso y la permanencia de estudiantes que en su mayoría trabajan y se encuentran en condiciones de trabajo precarias.

Las autoridades y sus apoyos estudiantiles

Es un dato distintivo de esta elección el hecho de que Arias haya realizado una campaña electoral activa por el voto de les estudiantes a la Lista 15 (La Cámpora – Patria Grande), y también las distintas direcciones de carrera. Este hecho político augura una integración y un alineamiento mayor de La lista 15 a la gestión que asumirá en agosto. Esto es contrapuesto a una lucha consecuente por el aumento presupuestario.

Es importante destacar el papel de la UES, dirección del Cecso, que es la expresión de los intereses del rectorado en sociales. La UES la empezó a jugar de “independiente” luego del quiebre del frente político que, junto a los radicales, llevó a Mera y Catalano al decanato en 2017, con el apoyo total del rectorado. Mientras Mera tuvo el apoyo de la UES su gestión atacó derechos laborales no docentes (kit escolar), protegió funcionarios con denuncias de violencia como Cristian Bay (jefe de la UES) y la facultad sufrió un deterioro edilicio sin precedentes. La pose “antiautoridades” de la UES es una impostura.

Los distintos alineamientos políticos de las distintas autoridades de sociales no varían según debates políticos públicos de ideas o de principios académicos y/o científicos (integran el Frente de Todos a nivel nacional), sino en base al oportunismo, el reparto de cargos y el clientelismo académico. Es un manejo discrecional, consecuencia de un régimen de cogobierno profundamente antidemocrático, donde un puñado de 290 profesores regulares deciden los destinos de la facultad.

Desde nuestro punto de vista, la facultad marcha hacia una degradación aún peor que la actual. La integración de Ana Arias al gobierno nacional y al régimen universitario la vuelve contraria a la necesidad de poner en pie de lucha a toda la comunidad académica de la facultad contra el ajuste, como ha demostrado durante dos décadas en la carrera de Trabajo Social. Su espacio político no está dispuesto a romper el status quo de la facultad y patear el tablero.

Vamos por la democratización

Es necesario avanzar hacia la democratización de la facultad, para que un puñado de profesores titulares no decidan los destinos de la facultad por sobre la gran masa de docentes, estudiantes y no docentes que la construimos todos los días y estamos subrepresentados en el Consejo Directivo.

Va a ser tarea de les trabajadores y estudiantes de Sociales defender la facultad del ajuste brutal del gobierno nacional y el FMI, que coloca a la universidad pública como un eje de ataque de sus planes de recorte del gasto estatal.

Para emprender esta lucha, les estudiantes, que somos la gran mayoría en la facultad, tenemos que organizarnos de manera independiente de los sectores que nos hundieron en esta situación.