Universidad

21/3/1996|486

La FUA implementa la ley del Banco Mundial

El XIXº Congreso de la FUA realizado en Santa Fe entre el 15 y el 17 de marzo, ratificó la subordinación de la central estudiantil a los sectores y a la política del Banco Mundial.


Luego de repetir hasta el hartazgo  que la “ley no pasará”, que la “ley no se aplica” y que la “ley se deroga”, la FUA levantó todos los ‘planes de lucha’ para pasar a colaborar con la adecuación de los estatutos universitarios a la ley de Educación Superior. Estas reformas son una condición del Banco Mundial para destinar los fondos del FOMEC a las universidades, con los cuales se está reemplazando el presupuesto público, y constituyen la deuda externa contraída por las propias instituciones educativas. Las reformas implican la pérdida de autonomía de las universidades, controladas por organismos de “evaluación externa” dependientes del gobierno y con participación empresarial; imponen reglamentos limitacionistas, cursos y condiciones de ingreso restrictivas e institucionalizan los crecientes aranceles en trámites, posgrados y —también— cursos de grado. Las reformas acentúan la marginación del conjunto de los estudiantes, docentes y trabajadores, del gobierno universitario y persiguen la consolidación de las camarillas profesorales que dirigen la Universidad y se han constituido en el cuerpo gerencial del Banco Mundial en la misma. A la cabeza de estas camarillas están los rectores agrupados en el CIN, que impulsan la reducción de la planta estudiantil y docente (para liberar fondos utilizados en salarios para subvencionar a la educación privada y clerical, empresas y engrosar pagos de la deuda con el capital internacional), el acortamiento y cierre de carreras y la subordinación general de la Universidad al capital financiero.


La oposición y la izquierda ‘morada’


La UJS concurrió al Congreso exigiendo la rectificación de la política de la FUA, es decir, el desconocimiento de las reformas producidas por las recientes asambleas universitarias. Esta posición fue rechazada no sólo por Franja Morada, sino por el conjunto de la ‘oposición’ centroizquierdista y por la propia izquierda. Patria Libre y el Mst movilizaron a varias decenas de militantes para ‘rosquear’ con el Ptp las condiciones de una lista para la renovación de autoridades. Con la consigna de “unir a los que luchan”, el Mst y Patria Libre presentaron resoluciones conjuntas con el Ptp que ni siquiera se refierían a la necesidad de desconocer los estatutos de la ley menemista. Acordaron también con la Franja no cuestionar el funcionamiento burocrático del Congreso y aceptaron que la mesa no les diera la palabra a los delegados en el momento de discusión de las resoluciones. Finalmente, Patria Libre se retiró del acuerdo por diferencias en el lugar que le tocaba en la lista, mientras que el Mst apoyó la lista del Ptp junto con Democracia Avanzada (los seguidores del ex vicerrector de la UBA, Atilio Borón, partidario de los aranceles diferenciales). Por su parte, el Mas exhibió una total desorientación; el Frepaso fue incapaz de disciplinar a varios grupos de sus delegados, que cuestionaban a sus elementos más derechistas, y el PC fracasó en su intento de lograr una secretaría, camuflándose en organizaciones “no partidarias”.


La JUP menemista no tuvo necesidad de entrar al Congreso, ya que la Franja ha menemizado la FUA.