La última reunión de la mesa directiva de la Fuba votó adherir al acto por la libertad de Alí, Castells y Peralta y a la Marcha Nacional de Trabajadores del 15 de marzo. A su vez, votó también participar de la Asamblea Nacional de asambleas populares del 17/3 en Parque Centenario, concurrir con nuestra banderas a los cacerolazos de los viernes y organizar junto a los centros de estudiantes una asamblea general interfacultades de la UBA en Plaza Houssay en la semana del 25 de marzo, preparada sobre la base de asambleas por facultad, para profundizar nuestro plan de lucha.

El planteo de la UJS fue que la Franja domina la FUA sobre la base de mecanismos fraudulentos, por lo cual no se podía pedir peras al olmo y pretender imponer el plan de lucha que necesitamos en un Congreso con más del 50% de los delegados entre la Franja y la JUP (PJ). Sin embargo, el movimiento estudiantil no puede quedarse con los brazos cruzados cuando el gobierno recorta 300 millones del presupuesto de las universidades, anuncia el pago en bonos y despide docentes (Quilmes). Las organizaciones de base, los centros y las federaciones regionales deben tomar la iniciativa: por eso la Fuba “piquetera” votó el inicio de un plan de lucha, para acabar con este gobierno y obtener el aumento del presupuesto. Este es el sentido del planteamiento de la UJS al Congreso de la FUA: formar un frente nacional del movimiento estudiantil combativo, que tome la iniciativa para hundir la tregua de la burocracia sindical, confluyendo con la lucha del movimiento piquetero y los caceroleros para ¡Que se vayan todos!, e imponer una Asamblea Popular Constituyente que abra una salida a la educación, la salud y al hambre de nuestro pueblo.