Universidad

25/1/2007|979

La miseria del progresismo


El profesor De Ipola, titular de la cátedra de Sociología Sistemática en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, tildado de “progre” en el mundillo académico de la UBA, afirma que la “crisis sin precedentes” por la cual atraviesa la universidad se debe, fundamentalmente, a la “acción de la Fuba” y de “algunos irresponsables profesores”, quienes no dejaron que “sesione” el ancién régimen universitario (Clarín, 10/1).


 


Responsabilizar a la Fuba y a los docentes de la crisis de régimen es una canallada. La crisis estalló en la UBA, en el marco de una aguda crisis financiera y de las políticas privatistas ensayadas hasta el momento, porque dos fracciones capitalistas se disputaban ferozmente la orientación social de la universidad y el apetitoso botín presupuestario.


 


Los luchadores de la Fuba tomamos nota de la división por arriba y decidimos emprender una gran campaña a favor de la democratización del gobierno universitario y por la reconstrucción de la universidad sobre nuevas bases sociales. Nosotros luchamos por una democratización total en las estructuras de poder de la UBA y por una universidad que esté al servicio del pueblo trabajador, y no al servicio de los monopolios capitalistas que están esquilmando a toda la nación. De Ipola defiende a un régimen que le impide a sus colegas (no importan si son titulares, auxiliares, ad-honorem, etc.) votar y ser votado para el gobierno de la universidad; a un régimen que excluye del gobierno universitario a los trabajadores no docentes, que defiende al régimen de la miseria salarial, del trabajo ad-honorem, de las pasantías negreras.


 


Algo inconcebible viniendo de un “progre” es su enardecido reclamo al Estado porque recién “intervino a fin de año”. Esto quiere decir que estaba a favor de la violación de la autonomía universitaria mucho antes de que el gobierno Kirchner la violara efectivamente (con el concurso de los propios decanos). También critica la “desprolijidad del proceso que culminó con la elección de Rubén Hallú”. ¿Desprolijidad? El gobierno lanzó una furiosa represión contra los estudiantes y docentes que nos manifestábamos afuera del Congreso Nacional, que fue prolijamente concertada con Hallú y las camarillas.


 


La crisis de la UBA no es una cuestión de “modelos de ejercicio del poder”. Es una crisis general del régimen político que está en pie desde 1958. El desafío que tenemos por delante es el mismo en la forma, aunque no en el contenido, que enfrentaron los reformistas del '18: enterrar el viejo régimen y ayudar a parir el nuevo.


 


Lo único sensato que afirma De Ipola es que ni las vacaciones lograrán cerrar “un ciclo de desencuentros” y que en adelante ya nada será como antes. Efectivamente, esto recién comienza.


 


(14/01/07)