Universidad

23/5/1995|448

La ocupación del Comahue y la lucha contra la ley universitaria del menemismo

Finalmente, la toma de la Universidad del Comahue se le­vantó el fin de semana. Durante casi 15 días las sedes de la Uni­versidad, ocupadas, se convirtie­ron en un centro de agitación por la causa de la educación pública en Neuquén, Cipolletti, Roca. El menemista rector Bohoslavsky no logró quebrar las ocupaciones de las sedes ni con la “justicia” ni con rompehuelgas. Finalmente, tuvo que convocar al Consejo Superior de la Universidad —a lo que se negaba—, el cual aprobó una resolución contra la Ley de Educación Superior que el mene­mismo ha enviado al Congreso de la Nación, contra el arancelamiento y por el ingreso irrestricto.


Pero la cuestión central, la derogación de la resolución que rebajó 200puntos del presupues­to en la Universidad del Coma­hue, provocando despidos de do­centes y cierre de cursos (Coro, Bellas Artes, etc.), quedó pen­diente de discusión. Bohoslavs­ky lo quiere enviar a… “comisión”. Frente a esta situación, 10 consejeros superiores pidieron la intervención de la justicia. Una jueza federal declaró al Consejo en “sesión permanente” hasta tanto resuelva el reclamo… de incorporar el punto al temario del Consejo Superior.


El presidente de la Federa­ción Universitaria del Comahue, Marcelo Márquez, declaró que “‘quedará normalizada total­mente la actividad más allá de los resultados ’que se obtengan, si bien descontó que resultará favorecido el estudiantado”. La Asociación Docente (ADUNC) se declaró en estado de alerta advirtiendo “que si las decisiones del cuerpo (Consejo Superior) no cubren las expec­tativas, ‘el conflicto continua­rá, en qué forma no sabemos´” (Río Negro, 18/5).


Esta situación ha creado una gran confusión en la Universi­dad. Incluso nuestro correspon­sal en Neuquén, definió a la si­tuación en términos de “ni ren­dición incondicional del rec­tor, ni derrota estudiantil. Vic­toria pardal”.


Pero aunque la situación de conjunto sigue abierta, esto por­que se prepara una gran batalla nacional contra la ley universita­ria menemista, la permanencia de la reducción de los 200 puntos significará una clara derrota po­pular. En este sentido, el aisla­miento al que la Fua y la Conadu  sometieron la ocupación del Co­mahue es ya un crimen en la lucha por la defensa de la educa­ción pública.