El lunes 23 de mayo tuvo lugar una sesión especial del Consejo Directivo para elegir al decano en la Facultad de Psicología. Una elección completamente antidemocrática a espaldas de la comunidad educativa, como históricamente se hizo en Psico y en toda la UBA para poder perpetuar a las camarillas en los organismos de cogobierno de la Universidad y responder a una línea de restricción en las cursadas y poder llevar adelante todo tipo de atropellos y negociados con la educación.

En esta sesión, donde la gran mayoría de los consejeros responden a la línea del decano, se votó la reelección de Jorge Biglieri, ligado al espacio político de la UCR-Franja Morada. La reelección de este decano viene a profundizar una orientación privatista en una facultad donde el ajuste en las cursadas y en el salario de nuestros docentes estuvo más presente que nunca. Pero también viene con un objetivo muy concreto y es hacer lo que ningún decano pudo hacer hasta ahora en la facultad de psicología: acreditar nuestras carreras a la CONEAU. Así estuvo planteado en el voto a favor del EDI como mayoría estudiantil diciéndolo abiertamente en el marco de una orientación más general de la reforma de los planes de estudio.

El rol cómplice del Impulso

El votó en contra del Impulso (La Cámpora+Mella+ Libres del Sur SOMOS) como minoría estudiantil en la reelección de Biglieri fue un saludo a la bandera. Siendo el kirchnerismo y la representación del Gobierno Nacional en Psicología, quieren colocarse como la oposición a Biglieri en la facultad criticándole aspecto a su gestión que ellos aplican en todas las facultades dónde dirigen. Podrán estar en contra de Biglieri en la palabra pero en los hechos siendo minoría estudiantil en el Consejo le dejaron pasar todo, como el ajuste en las cursadas, los posgrados arancelados y en el marco de las elecciones estudiantiles, votaron con el EDI pegar las boletas de centro y consejo entregándole el control de la elección a las autoridades. Por eso no dijeron ni una sola palabra en la sesión sobre la acreditación de la CONEAU. No solo no pueden estar en contra del ajuste en la educación que se expresa en Psico y en todo el país porque ellos son el gobierno que lo implementa todos los días, sino que además apuntan en toda la UBA a esa misma orientación privatista que quieren consolidar en nuestra facultad y que nosotrxs desde el EPA queremos venir a alertar al conjunto de la comunidad educativa.

Hagamos un poco de historia

En primer lugar, ¿qué es la CONEAU? Es la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria, surgida en el art.46 de la LES, sancionada en el menemismo. Su principal tarea es ejercer la “evaluación externa” de las universidades y sus carreras, quitando la autonomía del plan de estudios de las facultades. De esta manera abren la puerta a que entidades o empresas puedan opinar de los mismos y así poder llevar adelante todo tipo de negociados con la UBA, como es el caso de Monsanto en Agronomía. El fin es recortar las carreras pasando las materias de grado a posgrados arancelados y profundizar así la privatización de nuestra formación. Un ejemplo de esto es la Facultad de Psicología de la Plata o el resto de las carreras de psicología del país que acreditaron a la CONEAU.

Si hoy la Facultad de Psicología de la UBA es la única facultad de psico en el país que no está acreditada, fue porque las dos veces que se quiso imponer este desguace a nuestras carreras (2003 con la decana Slapak y 2010 de la mano de Cervone), fue por la masiva movilización docente-estudiantil junto a la conducción del CEP de ese entonces que era el EPA!.

No queremos que Psicología se vuelva una consultoría
No es casualidad que el EDI como conducción actual del CEP y mayoría estudiantil, en un guiño al decano plantee abiertamente la acreditación de Psicología en un marco donde quieren convertir a la facultad en una consultoría. Durante la pandemia donde la salud mental era más esencial que nunca, Biglieri reforzó la orientación privatista en la facultad y destinó recursos de su acuerdo con el rectorado no para desarrollar una atención a la población y poner a la facultad al servicio de las necesidades sociales, sino para hacer un negocio, como el observatorio de Psicología Social que se convirtió en una consultoría privada. Hoy, el nuevo Centro universitario de atención psicológica que presenta Biglieri junto a su candidatura (que quiere hacer pasar como servicio a la comunidad), implica el cierre del Centro Integral de salud que funciona hace años en Hidalgo. Sin dudas, es indispensable la creación de dispositivos de salud mental pero sin que vaya en detrimento de otros centros de salud que justamente son abiertos a la comunidad.

Por una facultad que pelee por la democratización y que esté al servicio de las necesidades sociales

 

La reelección antidemocrática de Biglieri como decano, un nuevo intento de acreditación a la CONEAU y el debate de la reforma del plan de estudios tienen como denominador común cuál va a ser la orientación social que va a tomar nuestra facultad en los años que se vienen.

Está claro que quienes hoy gobiernan en Psicología apuntan a que esa orientación se centre en el ámbito de lo privado. Nosotrxs, desde el EPA, entendemos que cualquier debate del plan de estudios tiene que ser democrático, discutido abiertamente entre estudiantes y docentes, y no a puertas cerradas como quiere Biglieri y su agrupación (EDI). En un cuadro donde el país está al servicio del acuerdo del Gobierno con el FMI, no podemos confiar en una reforma del plan de estudios que venga de la mano del macrismo y el radicalismo que cogobiernan en la Universidad con el kirchnerismo, que venga de la mano de quienes quisieron cerrar las concurrencias en CABA y que no pudieron por la movilización de los residentes y concurrentes, que venga de la mano de quienes quieren arancelar nuestra formación para hacer prevalecer sus negociados.

Desde el EPA! estamos de la vereda de enfrente de esos intereses. Por el contrario, luchamos por una Universidad pública, laica, gratuita, científica y de excelencia académica; dónde estudiantes y docentes definamos el rumbo de qué facultad queremos, al servicio de las necesidades sociales y que defienda una salud mental pública, interdisciplinaria y desmanicomializadora. Esta es la orientación social que defendemos y llamamos al conjunto de estudiantes y docentes a organizarse no solo por la democratización de nuestra facultad, sino también para discutir abiertamente entre nosotres, profesionales de la salud y toda la comunidad de Psico una reforma del plan de estudios democrática que denuncie el ataque privatista hacía nuestra formación.

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