Universidad

21/4/2022

Las autoridades de la UBA quieren desmantelar la Dirección General de Salud

La comisión interna de Rectorado y la directiva de Apuba son cómplices.

Trabajadora de Rectorado y CS - Agrupación Bordó No Docentes UBA

Imagen: Corresponsal.

En el marco del anuncio de un plan integral de refuncionalización de estructuras edilicias de la Universidad de Buenos Aires, con el objetivo de buscar un funcionamiento más “racional y eficiente” de las instalaciones, el Rector Barbieri informó a fines de marzo –entre otras obras– la sesión del histórico edificio de Hidalgo 1067 (CABA) a la Facultad de Psicología para hacer ahí una sede de consultorios de atención psicológica y prácticas en esa materia. El problema es que esta refuncionalización no se haría en un edificio que se encuentra disponible o vacío, sino que allí hay trabajadores que desempeñan sus tareas. Ya desde poco antes de estos anuncios oficiales, habían recibido rumores de esta maniobra y se encuentran en alerta, ya que el anuncio no fue acompañado de un plan para mantener funcionando en otro lugar a la Dirección General de Salud.

La Dirección General de Salud y Asistencia Social es una dependencia del Rectorado de la Universidad de Buenos Aires a cargo de la Secretaría de Extensión Universitaria y Bienestar Estudiantil, que está pronta a cumplir 60 años desde su creación. Allí se realiza el examen médico preventivo para todos los estudiantes de la universidad, que se encuentra suspendido desde el comienzo de la pandemia.

Como todos los institutos asistenciales dependientes de la universidad, arrastra años de abandono, vaciamiento y falta de todo tipo de insumos y mantenimiento, imposibilitando a sus trabajadores desempeñar con los recursos necesarios sus tareas y degradando de esta forma la calidad de atención a los estudiantes que concurren. Al punto tal que al día de hoy Hidalgo 1067 no cuenta con servicio de internet que funcione correctamente, ni teléfonos.

El vaciamiento que la Secretaría de Extensión Universitaria viene realizando sobre la Dirección General de Salud, y al que sus trabajadores se oponen, solo es posible por la complicidad de una comisión interna de Rectorado que debería defenderlos, pero que se convirtieron en delegados de las autoridades de turno como el resto de las internas que responden a la directiva del sindicato. La única excepción es la comisión interna de Sociales, única opositora en la actualidad a la burocracia de turno y que, por lo tanto, se maneja en defensa de los derechos de los trabajadores y no de las autoridades con los métodos de la asamblea y la movilizaciòn.

El abandono al que han sido expuestos los no docentes de Hidalgo es común en muchos otros institutos y, sobre todo, en aquellos que son asistenciales, donde los trabajadores han estado en la primera línea combatiendo la pandemia del Covid-19, sin reconocimiento, sin compensación, sin descanso. Habla con claridad que para el Rectorado y la conducción de Apuba, que es a su vez parte del staff de funcionarios del Rectorado, consideran descartables a estos trabajadores esenciales.

Es sobre la contención de la burocracia que se apoyan las autoridades para desestimar el trabajo y las funciones realizadas por los trabajadores asistenciales de Hidalgo y ofrecer el edificio al decano de Psicología como moneda de cambio de cara a la próxima elección de rector.

La comisión interna de Rectorado y la directiva de Apuba vienen demostrando que sólo buscan ganar tiempo para que avancen las autoridades de la UBA. En principio ya han logrado que pasen las elecciones de comisión directiva sin que este conflicto se haga público y se refleje en la votación. Todo indica que intentan hacer lo propio con las elecciones de comisión interna a realizarse en junio. Han querido convencer a los trabajadores que esperen pacientemente los resultados de las supuestas negociaciones de una mesa de diálogo entre la burocracia y una secretaría que no tiene relación con la que depende el servicio.

Sin embargo, ante la falta de respuesta y la preocupación por las funciones y la atención primaria y de prevención en salud gratuita para los estudiantes de la universidad, los trabajadores de Hidalgo se juntaron el día martes de esta semana para protestar y colgar una bandera en la entrada del edificio con sus demandas para visibilizar el conflicto que atraviesan. Se trata de trabajadores que se encuentran defendiendo la universidad pública, un bien francamente escaso en la UBA.