En los últimos días se difundieron reclamos y testimonios de decenas de estudiantes de distintas facultades de la Universidad Nacional de La Plata que siguen sin recibir la beca de emergencia que anunció el Rectorado luego de cerrar las cinco sedes del comedor universitario por el aislamiento social, y para la cual se abrió la inscripción los primeros días de abril.

La virtualización forzosa de las cursadas impuesta por las autoridades de la UNLP sin debate alguno con les estudiantes y docentes está siendo transitada de manera tortuosa por todos los sectores de la comunidad educativa. Los docentes están sobrecargados con actividades fuera de su horario laboral no contempladas en el convenio colectivo -y no remuneradas-, mientras gran parte de les estudiantes carece de condiciones básicas para poder sobrellevar la actividad académica –como acceso a dispositivos electrónicos e internet- y en muchos casos hasta de un ingreso que garantice el sustento.

En Humanidades y Ciencias de la Educación la gestión dio a conocer que son cerca de 2.000 les estudiantes que no pudieron comenzar sus cursadas en los campus virtuales. Es una muestra de que la improvisación no es una salida al desafío de continuar de manera virtual el ciclo lectivo, y de que sin un cambio en la orientación de la universidad la crisis la vamos a seguir pagando estudiantes y docentes.

La Federación Universitaria de La Plata (conducida por Patria Grande y La Cámpora) dio a conocer su “Plan Permanecer”, en el que reclaman muchas condiciones elementales para afrontar la cursada virtual, que otras corrientes veníamos plateando desde el inicio de la cuarentena. Este plan no solo llega un mes y medio tarde, y por lo tanto después que se consumara la deserción de miles de estudiantes, sino que ni siquiera explica cómo se llevaría adelante la pelea por esas reivindicaciones. En realidad, permanecemos sin plan alguno. La mayoría de los centros de estudiantes está paralizado, sin convocar a ninguna instancia de deliberación.

Desde de la Unión de Juventudes por el Socialismo – Partido Obrero reclamamos que se convoquen espacios de debate, como asambleas y comisiones virtuales en todas las carreras y facultades, para resolver un verdadero plan de acción para afrontar la crisis.

Exigimos al Rectorado que otorgue sin demoras las becas alimentarias a todes les inscriptes, y que abra un nuevo empadronamiento de estudiantes que se encuentren en situación económica de vulnerabilidad. La FULP, además de llevar estos reclamos a las autoridades de la UNLP, debe sumarse –al igual que todas las federaciones del país- a la campaña para reclamar al gobierno nacional un aumento de la beca Progresar a $10.000.

También exigimos que se realicen relevamientos en cada facultad para identificar a les estudiantes que no hayan podido empezar a cursar, así como les que no estén pudiendo seguir la actividad. Sería un insumo para determinar la cantidad de compañeres que necesitan becas y ayuda en el acceso a internet y a computadoras.

Para llevar adelante estas medidas reclamamos una partida presupuestaria extraordinaria de parte del gobierno nacional, ya que la UNLP sigue con el mismo presupuesto del 2019 que ya perdió un 60% por inflación. Esa partida debe asignarse según las prioridades de la comunidad educativa y quedar bajo su control. Peleamos por la triplicación del presupuesto educativo.

En definitiva, lo que esta crisis saca a la luz es que la defensa de la educación pública es irreconciliable con los intereses de especuladores y usureros, cuyos negocios se siguen rescatando en plena pandemia. En cambio, más que nunca es necesario fijar un impuesto real a las grandes rentas y fortunas, y dejar de pagar la deuda externa. Les estudiantes tenemos que intervenir y organizarnos de manera independiente de autoridades y gobiernos que desfinancian la educación pública.