Universidad

5/4/2022

La Plata

Lo que dejaron las elecciones estudiantiles de la UNLP

En una votación a medida de los aparatos y el Rectorado, se impuso Franja Morada sobre el peronismo. La izquierda defendió su lugar como tercer bloque político.

UJS La Plata.

Se votó recién vuelta la presencialidad, del 30 de marzo al 1 de abril.

Después de dos años sin presencialidad, se realizaron las elecciones estudiantiles en la Universidad Nacional de La Plata entre el 30 de marzo al 1 de abril. La fecha fue impuesta por las autoridades a fines del año pasado, pautando la exclusión de les ingresantes e impidiendo desarrollar campañas y debates con les estudiantes por ser en el inicio de clases.

Los resultados arrojaron un avance de Franja Morada, que ratificó su conducción en seis centros (Económicas, Ingeniería, Arquitectura, Veterinaria, Agronomía y Observatorio) y logró sumar otros tres (Derecho, Psicología e Informática). El peronismo, dividido, retrocedió en medio del recrudecimiento de la interna del Frente de Todos; y la izquierda defendió su lugar como tercer bloque político, aunque con votaciones mayormente reducidas.

El avance de Franja Morada responde a varios factores: la desorganización del movimiento estudiantil durante la pandemia se tradujo en un reflujo de las luchas estudiantiles, en medio del deterioro de las condiciones de vida en general y en particular de las cursada en la universidad, lo que llevó a una gran deserción. En este contexto las agrupaciones vinculadas a los aparatos de la gestión y con un gran volumen económico lograron acceder a los estudiantes por vías virtuales y sostenerse en el mapa político de les estudiantes durante el cierre de las facultades.

Además Franja Morada posó de opositora al gobierno, que ha llevado a la actual situación a los estudiantes y trabajadores de todo el país. Estas elecciones hechas a las apuradas impidieron que se pudiera esclarecer el lazo de la Franja con el macrismo, y su propia responsabilidad en el ajuste educativo, el endeudamiento y el empobrecimiento generalizado. El retroceso del peronismo gobernante pudo ser capitalizado por la oposición derechista.

Por su parte, el peronismo mostró un retroceso y su fractura. La JUP -hace poco rebautizada por Alberto Fernández en el Rectorado- retuvo Ciencias Médicas pero perdió la conducción de Informática después de 10 años. En Humanidades rompió su frente con La Cámpora y quedó a unos 50 votos del centro y 4 votos de la mayoría en el Consejo Directivo, perdiendo ante La Mella.

En Psicología el Miles -sin lograr la unidad con La Mella y La Cámpora- perdió el centro por más de 700 votos de diferencia con Franja Morada, luego de recuperarlo de manos del Filpsi en 2019. En Derecho la dispersión con más de seis listas de agrupaciones afines al gobierno abrió paso a que la Franja recupere lo que consideraba su bastión hasta el 2018.

Tras las elecciones las camarillas radicales y peronistas que cogobiernan la universidad preparan una nueva Asamblea Universitaria para elegir al nuevo rector de la UNLP, y la elección de decanes por facultades. Ahí, todo el arco político de agrupaciones de la universidad que va de la Franja a la JUP y La Cámpora hasta La Mella, apoyarán la candidatura del radical derechista Martín López Armengol (de Económicas).

La política de la UJS preparando lo que se viene

Desde la UJS encaramos la constitución de frentes únicos con los sectores de izquierda e independientes de la universidad. Estos frentes fueron puestos al servicio de desarrollar una campaña colocando con eje en la necesidad de enfrentar el ajuste del FMI, que trae consigo más tarifazos, inflación y el recorte presupuestario. Un ajuste que ya hoy se expresa en el bochazo masivo de los pedidos de becas de la UNLP, que deja afuera a nueve de cada diez compañeres que la solicitan, además de los filtros y restricciones en los planes de estudio y la falta de bandas horarias. Buscan reducir la matrícula de las facultades para adecuarse a un presupuesto recortado.

Sin embargo los aparatos universitarios lograron que en las elecciones no se discutieran estos temas centrales para les estudiantes y trabajadores de la educación. Esas agrupaciones esquivaron el problema del ajuste del gobierno y el FMI. Incluso sectores de la propia izquierda mostraron diferentes grados de adaptación a esta situación. La Juventud del PTS hizo una campaña autoproclamatoria, buscando el voto por la izquierda ligado a figuras electorales nacionales sin desenvolver las tareas que tiene por delante el movimiento estudiantil. Agite en Arquitectura (que rompió el Dale! que formaba con nuestra agrupación En Perspectiva) e Inti en Observatorio se redujeron a planteos sobre el funcionamiento del centro como la “autogestión” y/o a reivindicaciones parciales, contribuyendo a la despolitización y apoyándose en ella.

El llamado a organizar a les estudiantes y expulsar a la burocracia estudiantil, denunciando la falta de independencia política de los gobiernos y las autoridades por parte de la Franja Morada y las agrupaciones peronistas, también fue un eje central de nuestra campaña. Fueron estas conducciones las que dejaron pasar cada uno de los ataques, como sucedió con las becas, el boleto, el comedor, el albergue y el servicio de salud estudiantil, entre otras conquistas que nos retacearon durante la pandemia.

Les estudiantes de la UNLP atravesaremos esta nueva etapa con una mayoría de centros conducidos por Franja Morada. Esta tiene primacía en la junta representativa de la FULP, pero sin embargo reúne poco más de un tercio de les delegades de la federación universitaria y es superada por el frente de agrupaciones afines al gobierno (La Mella, La Cámpora y compañía) que hoy en día ostenta la conducción.

Después de un largo proceso de años que reacomodó a los morados a través de la alianza con las camarillas que dirigen la universidad, de la integración al kirchnerismo de varias organizaciones independientes y la disolución de otras, queda en manos de la izquierda desarrollar la perspectiva de independencia política en el movimiento estudiantil. Tenemos el desafío de politizar el debate para luchar contra el ajuste y la privatización en la universidad.

A pesar de tener una votación con cierto retroceso, es claro que en este cuadro para la izquierda haber defendido un lugar como tercer bloque político en la universidad nos deja posicionados para intervenir como una alternativa en la próxima etapa.

Es para tener en cuenta que mientras se votaba a las apuradas en la UNLP el movimiento piquetero conmocionaba el país con acampes masivos contra el hambre y por trabajo genuino. Para la Unión de Juventudes por el Socialismo y la Juventud del Polo Obrero, las juventudes piqueteras expresan ese potencial de los métodos de organización colectiva, la asamblea y la movilización, que debemos plasmar en los lugares de estudio por todos nuestros reclamos. Es toda una palanca para intervenir en la próxima etapa, en el marco de la profunda crisis que procesa el gobierno y sus intentos por descargar la crisis capitalista sobre las espaldas de les trabajadores.

La UJS lanza una gran campaña de agitación política, con un programa integral para la universidad, que tiene como eje la unidad de con la clase obrera y todos los luchadores, por una salida de los trabajadores a la crisis. Abajo el pacto de hambre y ajuste educativo del gobierno con el FMI. Por la organización independiente de les estudiantes y la juventud. Vamos por este camino para a pelear una nueva organización del movimiento estudiantil luego de la pandemia para colocarlo en el camino de la lucha.