Universidad
1/3/2023
Los “consejos” de la Unesco para la Educación Superior Argentina
La Unesco propone medidas similares a la de la década menemista.
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Francesc Pedró.
En un reciente artículo publicado en Clarín el titular del area de Educación de la Unesco, Francesc Pedró, le “aconsejó” a la Argentina que avance a una reforma de los planes de estudio del nivel superior hacia carreras más cortas.
En la Argentina, gran parte de estas medidas se aplicaron con la sanción de la Ley de Educación Superior Menemista (1995), en donde a partir de la creación de la Secretaría de Educación Superior, el gobierno del riojano buscó impulsar las reformas recomendadas por la Unesco, el FMI y el conjunto de los organismos internacionales. La creación de la Coneau (organismo regulador de las carreras universitarias) ofició como un garante de este proceso, buscando forzar la acreditación de las distintas carreras del país a sus lineamientos.
Estas reformas buscaban reducir los contenidos de las carreras universitarias con tres objetivos principales: en primer lugar, como señala el propio Pedró en el artículo, “reducir el gasto de fondos públicos”, con el propósito principal de pagar la deuda externa. En segundo lugar, avanzar con un arancelamiento de los contenidos, permitiendo generar grandes cajas para las autoridades universitarias que impulsaran distintos negociados. En tercer lugar, permitir una mayor ligazón de la educación superior con los intereses capitalistas, teniendo estos una mayor injerencia en los contenidos de las carreras.
¿Que pasa en el sistema universitario Argentino?
Con respecto al primer punto, el gobierno de Alberto Férnandez tomó cartas en el asunto desde el primer día, otorgandole a la Universidad presupuestos muy por debajo de la inflación todos los años. Este año, sin ir más lejos, el gobierno otorgó un aumento 15% por debajo de la inflación proyectada en cifras oficiales (60%), que además todos los indicadores muestran que supearará cómodamente.
Para defender el arancelamiento de los contenidos, Pedró señala “el bajo porcentaje de graduados” que tienen las universidades en la Argentina. Este dato, correcto por cierto, es presentado de manera totalmente tendenciosa. Lejos de ver los problemas de fondo que atraviesa el nivel superior argentino, en la que la mayoría de les jóvenes deben atravesar jornadas laborales extenuantes con remuneraciones muy bajas, afrontar viajes extensos, y un deterioro educativo en todos los niveles previos debido al vaciamiento educativo llevado adelante por los gobiernos, Pedró atribuye la deserción a la “extensión de las carreras”. Ocurre que el funcionario de la Unesco quiere que la Argentina imite el modelo europeo (3+2), que consiste en crear carreras cortas de tres años de extensión, para ser complementadas por formación en posgrados de dos años.
En la Argentina, la idea de arancelar del todo la Universidad sigue siendo una expresión minoritaria, aunque creciente a partir de la agitación de personajes como Milei, Espert o el Patricia Bullrich. La experiencia de lucha del movimiento estudiantil y docente argentino en la década del 90 contra los proyectos de arancelamientos menemista, ofrecieron una lección a la clase capitalista argentina, el régimen universitario y su personal político: viendo imposible arancelar el conjunto de los contenidos, avanzaron sin excepción desde Menem, Kirchner o Macri, con reformas de los planes de estudio, creando posgrados arancelados. Aunque todavía esto no haya logrado imitar el modelo europeo de 3 + 2, es evidente que el régimen universitario y el personal político buscan avanzar hacia esta orientación, legitimada por organismos internacionales, como en este caso la Unesco.
Profundizando su posición, Pedró llega incluso a minimizar el impacto de los contenidos vistos en la universidad, que estarían asociados al “ejército de profesores que hay detrás”. Aquí, Pedró no solo muestra otra intención de la reforma, degradar y atacar los derechos laborales de la docencia, sino que omite la realidad de la docencia universitaria argentina. A excepción de las camarillas profesorales ligadas a las autoridades universitarias, los docentes cuentan con salarios considerablemente por debajo de la pobreza. A esto hay que sumarle que una gran parte de la docencia no percibe salario, bajo la forma de “ad honorem”. Solo la Facultad de Ciencias Médicas de la UBA cuenta con 5.000 docentes ad-honorem, aspecto fundamental de sostenimiento de la vida diaria de la Universidad. Recortando contenidos y planta docente, argumenta Pedró, “ahorraríamos recursos públicos”. Todo esto, ¿en función de que interés social?, nos preguntamos, aunque la respuesta pareciera ser obvia.
Por último, lo que Pedró y numerosos funcionarios mencionan diariamente como la “ligazón al mundo del trabajo” no es más que la creación de contratos basura, ya sea con el sector privado o público, en la que les estudiantes no reciben ninguna capacitación que sirva a los fines científicos de sus carreras, sino que se convierten en mano de obra barata para las empresas y el Estado. Esto no solo consiste en un ataque a la juventud, sino que busca reducir el nivel general de los salarios conviritendo a les jóvenes en un ejército de reserva a disposición de sustituir a trabajadores de planta y antigüedad, bajo la figura de pasantes. Además, los convenios con empresas tienen un impacto directo en contenidos o investigaciones de las universidades, llegando al rídiculo al que se llegó en la facultad de Ingeniería, que en una investigación negó la contaminación producida por la empresa La Alumbrera, habiendo sido financiado por ¡La Alumbrera!
Enfrentemos el vaciamiento de la Universidad
La tarea de les estudiantes y docentes de todos los niveles en esta etapa es la de enfrentar el programa que es presentado por los “Pedró” o los “Miei”, pero es llevado adelante por los Férnandez, Massa, Larreta y Acuña.
Si esta situación no ha sido llevado a fondo, es por la gran pelea llevada adelante por el movimento estudiantil y docente de nuestro país. Desde nuestra corriente, a diferencia de otras corrientes de izquierda que han desestimado el movimiento y la pelea por la recuperación de centros de estudiantes hemos sido grandes participes de este proceso desde nuestro lugar en distintos centros de estudiantes, coordinadoras y federaciones, dentro de lo que se destacan 17 años de conducción de la Fuba.
Actualmente, el golpe asestado por autoridades universitarias y los gobiernos al movimiento estudiantil volcando recursos millonarios para hacerse de los centros de estudiantes, la Fuba y la FUA, con Franja Morada y sus aliados como expresión estudiantil han privado a les estudiantes de herramientas muy valiosas para afrontar este proceso. El papel del kirchnerismo, ya sea mediante su versión original, La Cámpora, o su imitación, La Mella, no es mejor, son agrupaciones alineadas con distintas autoridades universitarias, y formando parte de un gobierno que lleva adelante un ajuste feroz que allana el camino para las reformas propuestas por la UNESCO.
A días del inicio de clases, les estudiantes tenemos el desafío de poner en pie un proceso de lucha en todo el país, para defender la universidad de las reformas privatistas, del ajuste presupuestario y el vaciamiento educativo. Para eso, será clave acompañar a la docencia universitaria en su plan de lucha por el salario, luego de una nueva oferta salarial a la baja, como así también participar de las distintas luchas populares, en particular la lucha contra el recorte de los planes sociales impulsado por Massa y Tolosa Paz, quienes quieren utilizar las universidades para las auditorías que impulsan este ajuste.
https://prensaobrera.com/universidad/universidad-se-achica-la-torta-crecen-la-rosca-y-la-tension